Un joven fue condenado a cuatro años de prisión por abusar sexualmente de una chica que se fue a dormir durante una fiesta en un piso de la avenida de Buenos Aires el 21 de diciembre de 2014. La Audiencia Provincial de A Coruña también impuso al acusado la obligación de participar en programas de educación sexual y cinco años de libertad vigilada, consistente en la prohibición de que se aproxime a la afectada o se comunique con ella. Además, deberá pagarle una indemnización de 7.500 euros por los daños y los perjuicios que le causó.

La víctima y una amiga invitaron a la casa del primo de una de ellas, en la que pernoctaban esa noche, a un chico al que conocían y a sus amigos cuando cerró una discoteca situada en el paseo marítimo. Cuando llegaron a la vivienda, la joven decidió acostarse porque estaba "muy cansada". El resto del grupo se quedó en el salón, pero sobre las 08.30 horas, el procesado abandonó la estancia y entró en el dormitorio de la víctima.

Una vez allí, le realizó tocamientos en los genitales, en los pechos y en otras partes del cuerpo. La joven se despertó "aturdida" y observó al condenado de pie, junto a su cama, con los pantalones y los calzoncillos bajados. La afectada se puso "muy nerviosa", según relatan los magistrados en la sentencia, en la que indican que lo golpeó en el hombro, le gritó y le exigió que abandonase la vivienda. El sospechoso, de iniciales D.A.C., le espetó: "Solo es de risas". El tribunal destaca que se hallaron "restos de semen" en la vagina de la víctima. La declaración de la joven durante el juicio, según los magistrados, fue "plenamente creíble" y constituye "prueba de cargo suficiente". Los jueces destacan que la denunciante y el acusado no se conocían y apenas habían hablado el día de los hechos, por lo que descartan "un móvil de resentimiento, venganza o de otro tipo".

El testimonio de la amiga de la afectada que se encontraba en el piso, así como de su hermana, a la que llamó tras sufrir los abusos y se los contó con detalle, fueron tenidos en cuenta por el tribunal para emitir la sentencia. Los magistrados también apuntan en el fallo que la tía de la chica, a la que telefoneó después de denunciar, testificó que estaba "muy afectada". En cuanto a la versión de un amigo del imputado que aseguró que vio lo que sucedía en la habitación, el tribunal señala que no es creíble y que hay contradicciones respecto a la declaración que prestó en dependencias policiales.

El tribunal tampoco consideró veraz el relato del sospechoso, quien defendió durante el juicio que "solo" le tocó en la cara y en la espalda para "despertarla". El procesado alegó que entró en la habitación en la que dormía la denunciante para "gastarle una broma". La Audiencia rechazó tener en cuenta la agravante de que la víctima era especialmente vulnerable porque dormía, tal y como demandaba la acusación. "Puede inferirse que el acusado se aprovechó precisamente de esa situación, pero no puede apreciarse otra vulnerabilidad o situación especial trascendente que la que constituye ya la esencia del tipo delictivo", argumenta. La sentencia no es firme, por lo que las partes podrán recurrirla en casación ante el Supremo.