El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, acusó ayer al Deportivo de "presionar" al Ayuntamiento y no respaldar la decisión "conjunta" tomada meses atrás de emprender un proyecto ambicioso para las cubiertas del estadio de Riazor. "En las últimas semanas hay una presión, supongo que legítima, por parte del Deportivo para presionar al Ayuntamiento sobre el estadio, sobre un nuevo estadio", aseguró el alcalde en una entrevista emitida por la emisora pública Radio Nacional de España.

El regidor, que prevé reunirse con representantes del club este miércoles, indicó que tras asumir el cargo no tuvo "ningún problema" con el presidente del Deportivo, Tino Fernández, con el que tiene "buena relación".

No obstante, aludió a la "posición pública" del dirigente del club respecto a la Alcaldía cuando, en 2015, antes de las elecciones municipales, Fernández destacó la gestión del entonces alcalde y candidato a la reelección, Carlos NegreiraCarlos Negreira, para que el equipo pudiera abonar en 34 años y no inminentemente 10,8 millones de euros del impuesto de sociedades.

Además, el alcalde también explicó que "en este tiempo el Ayuntamiento ayudó mucho al Deportivo en lo tangible y lo intangible" porque tras la muerte del hincha Francisco Javier Romero 'Jimmy' en Madrid, intentó "echarle una mano" para suavizar la relación con el grupo ultra Riazor Blues y resolver "parte de los problemas de paz social que tenía el Deportivo".

Ferreiro reprendió al club por su falta de apoyo en los últimos días, cuando el temporal de viento levantó parte de la cubierta de Riazor y obligó a suspender el partido de Liga con el Betis ya que, señaló que meses antes el club y el Ayuntamiento habían llegado a un acuerdo sobre la reforma del estadio. Señaló que cuando la empresa Dragados se negó "en redondo" a hacer la obra adjudicada en el anterior mandato para el techo de Riazor, el Ayuntamiento y el club llegaron "a la conclusión de que el camino posible" era concretar un nuevo proyecto "más ambicioso" para solucionar los problemas de la cubierta para "40 o 50 años" de plazo.

"A mí estos días me habría gustado que si entonces llegamos a la conclusión de que esta era la única solución posible, en el momento que tengamos un problema todos también defendamos la solución a la que llegamos consensuadamente", dijo el alcalde. Sobre esas obras que deberían comenzar en el verano de 2018 y concluir, en principio, en 2020, Ferreiro dijo que actualmente los técnicos están procediendo a establecer un anteproyecto "porque es una cuestión delicada, una obra de mucha magnitud, con una inversión de alrededor de seis o siete millones de euros".

Afirmó que es un obra "necesaria", apuntó que el Deportivo es "seguramente la entidad que más apoyo recibe" del municipio y puntualizó que el estadio es de titularidad municipal, aunque fue cedido al Deportivo en régimen de concesión hasta 2025 por un convenio que establece que el club asumirá el mantenimiento, salvo las cubiertas, que corresponde al Ayuntamiento.

El pasado martes arrancaron los trabajos de urgencia para subsanar los desperfectos que ocasionó el temporal, unas labores que estarán acabadas "en unos días" y que permitirán que se pueda "celebrar sin ningún problema" el encuentro del próximo sábado ante el Alavés, comentó el alcalde. Ferreiro indicó que también está en fase de licitación un contrato de mantenimiento para las cubiertas del estadio de Riazorcubiertas del estadio de Riazo, cuya ausencia hasta ahora fue "una de las sorpresas" que tuvo su gabinete, dijo.