El Arzobispado de Santiago de Compostela ha protestado oficialmente esta tarde por uno de los carteles del Carnaval de A Coruña 2017, obra del dibujante Guitián, que reproduce a una persona disfrazada de Papa con un cáliz en la mano que lleva colgando un coche a modo de Papamóvil. La Iglesia asegura "lamentar" esta viñeta alusiva al Papa, "con una utilización de la imagen del pontífice que ni se corresponde con la realidad ni guarda relación alguna con la celebración lúdica que se publicita".

La Archidiócesis de Santiago rechaza "firmemente" esta utilización, porque considera que "hiere los sentimientos de los creyentes" y "puede implicar una burla a las creencias de miles de coruñeses". A su juicio, "ofende, gratuitamente, a cuantos, católicos o no católicos, sienten un respeto profundo y sincero por la persona del Papa".

"Los símbolos religiosos, y muy especialmente las figuras que representan a todas las confesiones religiosas, católicas o no, no deberían ser nunca objeto de utilización o manipulación, ni siquiera bajo la excusa del divertimento o de ocasiones lúdicas", afirma el Arzobispado en su comunicado.

Este diseño es uno de los cuatro carteles presentados por el Ayuntamiento con motivo del Carnaval 2017, todos obra de Guitián. Otro representa a tres choqueiros con caretas de animales, una tercera a María Antonieta con la cabeza separada del cuerpo y sujeta por una mano, y la cuarta, a Enrique VIII de Inglaterra con medias de rejilla y zapatos de tacón.

Recogida de firmas en Internet

Una campaña a través de Internet está recogiendo firmas para pedir al Gobierno local la retirada de ese cartel del Carnaval. Los impulsores de esta iniciativa, que desde el lunes ha reunido 1.660 firmas, requieren una disculpa "pública" por parte del concejal de Culturas, José Manuel Sande.

"Se aprovechan de los cristianos, que en vez de volar a los autores (como en el Charlie Hebdo), ofrecemos la otra mejilla", sostienen los promotores de la recogida de firmas, para demandar "la promesa" de que los impuestos de los coruñeses "no van a servir para financiar campañas publicitarias ofensivas y tan malas".