Desbloqueada esta semana la definición de las responsabilidades de las administraciones en la construcción de la estación intermodal, queda avanzar en los procesos de redacción, licitación, adjudicación y ejecución de las diferentes obras e infraestructuras, a cuyos plazos se refieren con cautela las instituciones implicadas tras años de previsiones erróneas y retrasos. El Concello y la Xunta han resuelto sus diferencias: los accesos y el aparcamiento los asumirá el Gobierno local y el traslado de la estación de autobuses, el Ejecutivo gallego. Fomento, a través del órgano ferroviario Adif, se encargará de adaptar la estación de San Cristóbal a la llegada del AVE, de la que la última previsión es 2020, para lo que trabajará en la cubierta de la terminal de tren, el edificio de viajeros y la pasarela peatonal que cruzará las vías desde la avenida de A Sardiñeira hasta la avenida del Ferrocarril.

Las actuaciones en la infraestructura ferroviaria seguirán el diseño del arquitecto César Portela, firmante del proyecto inicial de la intermodal en 2011 junto a Ingeniería Idom Internacional, valorado en 180 millones de euros y posteriormente reconfigurado. Parte de las propuestas del primer diseño fueron descartadas tras la llegada del PP a la Moncloa, como un centro comercial, un hotel, oficinas y viviendas, y el proyecto quedó rebajado de coste y de trabajos, limitados a la terminal ferroviaria. En una primera fase el Estado reformará la zona de viajeros, con la remodelación de la playa de vías -que incluye la red convencional y la de alta velocidad-, los andenes y la estación en su conjunto como hoja de ruta, según viene avanzando el Ministerio desde 2014.

Bajo los criterios permanentes de mejorar las condiciones de la estación de tren y resolver las conexiones en el entorno, Adif también rehabilitará por dos millones de euros los techos de la terminal coruñesa -una construcción que data de 1943 y está protegida en el plan general- y construirá una pasarela para peatones que cruce la infraestructura en perpendicular. Sobre estos proyectos trabajan los arquitectos en diseños que sujetos a cambios y aún no concluyentes.

El Ayuntamiento prevé gastar entre cinco y seis millones de euros en los accesos a la intermodal desde las avenidas de Arteixo y A Sardiñeira y cuatro millones en el aparcamiento, en el que se quedará con 70 plazas para vecinos. La Xunta gastará en la estación de autobuses unos diez millones, de los que ocho son de la Unión Europea.