Los coches en doble fila, las terrazas en las calles peatonales y las vías estrechas son algunos de los principales problemas que los vehículos de emergencias se encuentran en la ciudad cuando van con las sirenas puestas a atender algún aviso. El coordinador de Seguridad Ciudadana, Carlos García Touriñán, explica que los que más notan la falta de espacio, por la envergadura de sus vehículos, son los bomberos, así que se ven obligados a inventar soluciones que les garanticen que, haya salido de donde haya salido la voz de alarma, los efectivos llegan a tiempo y puedan atender a las víctimas con rapidez.

Touriñán señala que, más que barrios conflictivos por su accesibilidad, hay en la ciudad zonas en las que se juntan varios factores de riesgo, como que los edificios son antiguos, que comparten tabiques o que su componente principal es la madera. "En esos casos tenemos que estar muy pendientes, a veces se queda un retén y, otras, vamos varias veces al día para vigilar que no se avive el fuego", explica el coordinador de Seguridad Ciudadana, ya que un rescoldo en la madera puede hacer que se reproduzcan las llamas.

-¿Qué pasa cuando hay un incendio en una calle estrecha a la que no pueden acceder los camiones del bomberos? El servicio de emergencias cuenta con dos vehículos de primera intervención que, según explica Touriñán, son especiales para este tipo de zonas complicadas y lo son porque tienen unas dimensiones que les permiten entrar en casi todas las calles de la Ciudad Vieja, la más compleja para las intervenciones.

"Tenemos también un vehículo autoescalera, no de 30 metros, como los que tenemos para el resto de la ciudad, sino más reducido, de unos veinte metros, y que puede atender intervenciones en alturas de cuatro o cinco pisos, por lo que garantiza el ascenso a casi todas las viviendas de la Ciudad Vieja", comenta Touriñán. Este vehículo, además, tiene una particularidad y es que puede moverse y callejear donde lo hace un todoterreno, ya que las ruedas traseras giran igual que las delanteras y eso facilita que el vehículo pueda moverse por estas calles estrechas.

"La conducción, cuando se hace eso, es un poquito más lenta, pero nos permite acceder a la mayoría de las calles. En caso de que en un incendio necesitásemos más agua, lo que está previsto es acceder con los vehículos pesados a las calles más cercanas y que sean más anchas", explica Touriñán. Una vez que los camiones grandes están cerca asisten a los otros vehículos con sus mangueras y, a partir de ahí, ya pueden actuar.

A pesar de las complicaciones que, a menudo ofrece la ciudad, tanto por sus vías estrechas, como por la doble fila o las terrazas que ocupan gran parte de las calles peatonales, Touriñán asegura que, "hasta ahora" en la mayoría de los incendios de la ciudad, incluso en los que se desarrollaron en la Ciudad Vieja, los bomberos consiguieron llegar al lugar del siniestro con sus vehículos.

-¿Afecta igual un incendio en una casa antigua que en una nueva? El coordinador de Seguridad Ciudadana lo tiene claro: "No". Las viviendas nuevas cuentan con puertas para incendios en las escaleras, con detectores y extintores, con facilidades para que los daños sean menores en caso de que se produzca un fuego. "No es lo mismo hablar de madera que de cemento o ladrillo, que no dejan pasar tan rápido el calor. Con la madera hay que actuar lo antes posible. Las casas, en muchos casos, tienen tabiques de barrotillo y eso facilita la propagación de los incendios", asevera Touriñán, que incide en la prevención y en la importancia de la instalación de detectores de humo para saber, cuanto antes, si hay un incendio en casa.

-Además de la Ciudad Vieja, ¿cuáles son las zonas conflictivas en la ciudad? Touriñán señala el barrio de Pescadería, aunque asegura que, con el paso de los años ha mejorado, además de Monte Alto, porque sus vías son muy estrechas. "En la calle Orzán se dio un paso muy importante, porque ahora no tiene circulación de vehículos, solo los de los garajes y alguno más que tiene permiso, pero el ancho de la vía nos permite llegar a prácticamente toda la calle con los vehículos grandes. Esta zona tiene una complejidad que está ahí, pero lo bueno es que las calles con más dificultad de acceso son de corto recorrido y ahí, con un tendido de manguera relativamente corto, podemos llegar al siniestro", comenta. En caso de que fuese necesario actuar en la Cormelana, por ejemplo, los bomberos podrían dejar los vehículos en la calle Orzán o en San Andrés.

-¿Obstaculizan las terrazas el paso de los vehículos de emergencias? En tan solo una semana se han producido dos incidentes en el centro. El jueves, 9 de febrero, las terrazas impidieron el paso, en un primer momento, a un camión de bomberos que iba a atender un aviso de que un hombre se intentaba suicidar con una bombona de butano. El pasado viernes, los sanitarios del 061 tuvieron que acceder a pie a un local de la calle Galera para poder atender a una persona que había requerido su presencia porque la ambulancia no se encontró la vía libre para circular hasta el lugar de la emergencia.

"Ahí, lo único que podemos hacer es solicitarle a los hosteleros que se ciñan de manera escrupulosa a lo que tienen aprobado en su licencia y que todo el mobiliario que pongan en sus terrazas sea lo más móvil posible", comenta Touriñán.

Para el coordinador de Seguridad Ciudadana es importante contar con la complicidad de los hosteleros, para que no ocupen más espacio público del que les está permitido. "Se tienen que dar cuenta de que están en calles estrechas en las que, en cualquier momento, puede surgir un inconveniente, por lo que solicitamos su colaboración y el cumplimiento de la ordenanza a rajatabla", sentencia.

-¿Cómo afecta la doble fila? No lo hace en todas las calles por igual, en algunas, las más estrechas, puede cerrar el paso a los vehículos de emergencias y, en otras, por sus dimensiones, apenas se nota. "Todo el mundo dice que es un minuto, pero si en ese momento hay una incidencia se produce un problema. Hay una ruta que cogemos mucho los bomberos, que va desde el parque a la avenida de Arteixo, atraviesa Juan Flórez y va hacia la plaza de Ourense, por esas calles, como Notariado o Fontán, si hay un coche en doble fila, es muy complicado el paso para el camión de bomberos", relata el coordinador de Seguridad Ciudadana.

-¿Ha ido a mejor o a peor la ciudad en cuanto a movilidad? Touriñán señala que se ha realizado un plan de accesibilidad y que se han eliminado "varios puntos conflictivos". El último de ellos, en julio del año pasado, fue la retirada de la mediana en la calle Curros Enríquez -la que va del paseo marítimo hacia la calle de la Torre-. "Esto hace que el giro de los vehículos grandes, sean de bomberos o autobuses, sea mejor y facilita que los coches se puedan apartar en caso de que venga detrás un vehículo de emergencias", comenta. En el caso de los barrios más nuevos, como Os Rosales y Novo Mesoiro, que tienen calles anchas, la movilidad es más sencilla, aunque en Matogrande, a pesar de que las vías están bien dimensionadas, la doble fila complica el paso a los vehículos de emergencias.