El Gobierno local tiene entre su vasta documentación un proyecto entregado a través del Registro del Ayuntamiento por un arquitecto técnico e ingeniero de edificación que plantea una singular solución a los atascos de circulación que se producen en la plaza de Ourense y su entorno: la construcción de un viaducto cuyos extremos estarían en la Avenida do Porto y en el punto donde confluyen Linares Rivas y la avenida Alfonso Molina; su trazado elevado pasaría sobre la parcela de la Delegación del Gobierno, sobre una rotonda situada en una esquina de las instalaciones portuarias y en paralelo sobre Linares Rivas.

La idea plantea resolver gran parte de los problemas del tráfico rodado que se generan en la zona, como en la Avenida do Porto a la salida del túnel de la Marina y en la plaza de Ourense con los vehículos que se incorporan a ella desde la avenida de Arteixo para dirigirse al centro de la ciudad por Juana de Vega o Los Cantones. El nuevo vial propuesto, llamado por su promotor Viaducto Verde, tendría circulación solo en sentido salida.

El proyecto fue ideado por Iñaki Vales-Villamarín Navarro y el diseño del viaducto lo desarrolló el estudio coruñés Ara Arquitectos. "Es una solución atrevida, pero posible y factible, que liberaría de atascos la zona centro de la ciudad", resume el arquitecto e ingeniero. El vial nacería a la altura de la Jefatura de Policía, en la Avenida do Porto, y el trazado se elevaría sobre un área de aparcamiento que existe entre el edificio de la antigua Comandancia de la Marina y la sede de la Delegación del Gobierno para entrar en el ámbito portuario por encima de la rotonda donde se unen los muelles de Batería y Calvo Sotelo; desde este punto saldría del puerto con una ligera curva y seguiría por Linares Rivas sobre su mediana para llegar hasta el final de la calle Ramón de la Sagra y conectar con Alfonso Molina.

El impulsor del Viaducto Verde expone incluso que la ejecución de las hipotéticas obras de su proyecto no causarían interrupciones ni desvíos de la circulación "salvo en momentos ocasionales y nocturnos", cuando se instalarían tableros prefabricados de rodadura desde el puerto mediante grúas de gran dimensión. Todas las pilas y apoyos -prosigue- "se situarían en aceras, vallas, medianas o glorietas, lo que facilitaría la realización in situ de toda la cimentación sin provocar interrupciones ni desvíos en la circulación actual".

El arquitecto explica además que serían necesarios tres convenios para poner en marcha la obra: uno con la concesionaria de la gasolinera y los puestos fotográficos de la Avenida do Porto, en la zona donde comenzaría el viaducto, que serían colocados nuevamente; otro con Puertos del Estado por las afecciones de los trabajos sobre la glorieta; y otro con Patrimonio del Estado por la ocupación de la finca donde está la Delegación del Gobierno, que seguiría contando con el actual aparcamiento.

La idea del Viaducto Verde fue entregada en el Concello mediante Registro dirigida a la Alcaldía a finales de noviembre con el objeto de ser explicada personalmente, pero desde el Gobierno local nadie ha respondido aún a Vales-Villamarín o al estudio de arquitectura.

El Ejecutivo tiene en estos momentos más de un frente abierto en el ámbito de la Autoridad Portuaria, ya que quiere obtener la titularidad de los terrenos de la Marina y La Solana y tiene que negociar en el periodo de seis meses -el plazo de la suspensión temporal de la subasta por las instalaciones deportivas y el hotel Finisterre- el futuro de los muelles urbanos cuando trasladen toda su actividad al puerto exterior. El Gobierno de Marea prevé convocar una consulta popular en este tiempo para que los ciudadanos decidan qué usos dar a estas parcelas.