Si el Gobierno local quería recalcar el concepto de proximidad como fundamento del modelo de ciudad que concibe durante su mandato, acompañó esa idea con varios gestos cercanos con el público que ayer acudió al Teatro Rosalía, destino señalado desde horas antes en el pavimento de las calles próximas con flechas de colores en dirección a su entrada. Para empezar, los concejales recibieron a los invitados en pie en el hall del recinto, con una sonrisa, un apretón de manos o un beso como bienvenida. No todos los pidieron o se prestaron al gesto cordial, pero el equipo de Gobierno esperó a que todo el público ocupara sus asientos para caminar por el pasillo central hasta el escenario.

Una vez sobre las tablas, con el decorado de un cuarto de estar dispuesto (sofás de respaldo bajo, pufs de colores, sillas altas, mesas con jarras y vasos de agua), Xulio Ferreiro y sus ediles se dirigieron a su audiencia de pie, caminando despacio de un lado a otro y señalando la pantalla a su espalda para consultar datos o mirando las anotaciones que llevaban en las manos. Con tranquilidad en el habla, sin subidas de tono y manifestándose "emocionados" o "ilusionados" por estar allí delante hablando de su trabajo y sus proyectos.

Enfrente, vecinos sobre todo, de edad media en adelante, algún empresario, ciudadanos a los que se les exponía un modelo de ciudad.