El informe realizado por la empresa Eptisa sobre el estado actual del Palacio de la ÓperaPalacio de la Ópera concluye que el edificio cuenta con "deficiencias subsanables derivadas de su falta de mantenimiento". En este documento, firmado en febrero de 2017, se recogen daños en las diferentes partes del edificio, aunque ninguna de ellas ha derivado en una "patología que afecte a su uso, estabilidad o durabilidad" y son reparables. En el informe, se requieren intervenciones no solo en la cubierta del edificio, sino también en su interior, en las partes que ve el público, en el auditorio y las salas, pero también en las que no ve, como las oficinas, los almacenes y las instalaciones eléctricas.

El Gobierno local encargó este informe a Eptisa para conocer el estado actual del Palacio de la Ópera, ya que desde hace un año negocia con la concesionaria del inmueble, Comar -propiedad del empresario José Collazo Mato- la cesión del inmueble, para que sea el Concello quien lo gestione directamente. Cada año, el Ayuntamiento paga 800.000 euros a la concesionaria del edificio en concepto de alquiler por los 200 días al año que la Orquesta Sinfónica de Galicia utiliza las instalaciones.

El Concello y Comar no han llegado todavía a un acuerdo para el rescate de la concesión -que acumula 9,5 millones de euros de pérdidas desde 2012-. Hay un escollo que salvar: el Gobierno local solicita a la empresa que realice obras de mantenimiento en el inmueble, que están recogidas en el contrato, antes de hacerse cargo del edificio.

El informe de Eptisa recoge estas deficiencias y enumera las actuaciones necesarias para subsanarlas. En el apartado de "obras imprescindibles por patologías importantes" que se deben realizar "a corto plazo" para "evitar el deterioro del edificio que pudieran derivar en patologías graves que comprometan la seguridad estructural y de las personas", el informe señala tres: la limpieza y reparación de la cubierta, el arreglo de los elementos que están en el interior del inmueble que han sido dañados por las filtraciones de agua y "la retirada de los candados en las puertas de salida de emergencia", así como un sistema de control de accesos y de vigilancia que "impidan el uso indebido de estas salidas".

Desde el punto de vista estético, Eptisa propone varias actuaciones "indispensables", como la sustitución del pavimento de goma de las escaleras que dan acceso al almacén de la orquesta, así como la limpieza de los grafitis del exterior del edificio, la reposición de las rejas, de las cristaleras, de las luces e, incluso, de las butacas, ya que muchas de ellas, que no han sido sustituidas desde su instalación en 1989, presentan deficiencias en el mecanismo de apertura y cierre y tienen el tapizado roto.

Hay otro tipo de mejoras que se recogen en el informe para adaptar el edificio a la normativa actual y para mejorar su funcionalidad, entre ellas, Eptisa propone realizar un estudio acústico para "conseguir la mejor propagación del sonido (sin zonas inaudibles)", así como la intervención en los accesos a las personas con movilidad reducida, que no está garantizada en todo el edificio, ya que, si bien hay una entrada accesible, los usuarios que se mueven en silla de ruedas no pueden ir, una vez están en el interior del edificio, a la zona de camerinos, al escenario o a las gradas superiores del auditorio. Eptisa insta también a la sustitución de la megafonía, la iluminación, incluso de los montacargas y de los elevadores por otros más modernos, que consuman menos recursos.

Las "humedades" de las que adolece el inmueble están provocadas, según explica el informe, por "una degradación generalizada y grave del sistema de cobertura", tanto en la zona inclinada de pizarra como en las azoteas, de modo que se deteriora la impermeabilización y afecta a su funcionalidad y "a su vida útil". En este apartado, los técnicos informan de que existe "abundante vegetación en los canalones" que provoca que el agua de la lluvia se quede estancada. Ya dentro del auditorio, el informe alerta de que hay "un cable a la vista que discurre enganchado a un pasamanos, que debería estar oculto y protegido", así como del deterioro de la instalación eléctrica, que cuenta con "varias cajas de empalme de electricidad en el almacén de la orquesta" que no se encuentran en condiciones adecuadas, ya que sus cables están a la vista y propone que se subsanen estas deficiencias. El informe argumenta que, si bien el mantenimiento del edificio genera un gasto, es indispensable realizarlo "como en los vehículos" para evitar "a corto plazo" tener que realizar "gastos mucho mayores".

Estas no son las únicas deficiencias del edificio, ya que hay una parte de la piedra de la cantera, en la pasarela que hay tras el backstage, y que se utiliza cuando hay óperas, que está al aire y, tras la realización del informe, se desplomó parte del techo de algunos despachos. Las filtraciones de agua han provocado durante los últimos meses que salte el automático del suministro eléctrico, de modo que varios aparatos informáticos se han visto dañados.