Un futbolista de uno de los equipos de la Liga de Peñas coruñesa fue condenado a pagar a otro una indemnización de 20.000 euros por agredirlo durante un partido y romperle la nariz. El procesado reconoció que el 21 de febrero de 2013, cuando disputaba un encuentro en el campo de fútbol de O Rañal (Arteixo), le propinó un puñetazo a uno de sus rivales, lo que le provocó la fractura de la nariz.

La víctima tardó 21 días en curar de las heridas, uno de los cuales estuvo hospitalizada y siete imposibilitada para realizar sus ocupaciones habituales. Como secuelas le quedó una deformidad nasal y dificultades respiratorias. El acusado, que tiene antecedentes penales por hechos similares, fue condenado a un año de prisión por cometer un delito de lesiones. El juez tuvo en cuenta la agravante de reincidencia y la atenuante de reparación del daño, pues antes de la vista consignó dinero para hacer frente a la indemnización del perjudicado. El titular de Penal 5 aceptó que no ingrese en prisión, a condición de que no delinca durante los dos próximos años.

Durante el encuentro, antes del cabezazo, el sospechoso tuvo un encontronazo con otro jugador del equipo contrario, compañero del agredido. En esa ocasión, "forcejearon levemente sin llegar a ocasionarse herida alguna", según indica el juez, quien relata que en ese momento se acercaron a la zona un entrenador y un futbolista. El condenado le dio un cabezazo al técnico del conjunto contrario, pero no le ocasionó ninguna herida.

Uno de los jugadores del conjunto dirigido por la víctima, que también fue sentenciado, golpeó en la nariz a un adversario, quien requirió asistencia médica y tardó siete días en sanar de las lesiones. A los pocos minutos se produjo otro lance del juego y los dos condenados volvieron a enzarzarse en una discusión, durante la que se agredieron y se cayeron al suelo. Uno de ellos le dio al otro un puñetazo en la cabeza. Ante la pelea, se inició una riña en la que el agresor fue golpeado por "personas que no han podido ser identificadas". El procesado fue condenado a pagar a las víctimas a las que lesionó una indemnización de 408 y de 220 euros, respectivamente.

La Fiscalía solicitaba en su informe un mayor castigo para los procesados, así como que se condenase a otro jugador y a uno de los entrenadores, quienes finalmente fueron absueltos. Las acusaciones y defensas llegaron a un acuerdo antes del juicio sobre las penas, por lo que la vista no se celebró.