El Hogar de Sor Eusebia explicará mañana y el martes en el Casino desde diferentes perspectivas su proyecto Mi Casita, pensado para ofrecer veinte módulos de 7,5 metros cuadrados en una parcela del parque de Eirís como alternativa residencial temporal a personas sin hogar que rechazan usar albergues. Intervendrán profesionales de entidades sociales, concejales del Gobierno local, arquitectos y médicos. Juan Carlos Díaz del Valle, responsable del área de Rehabilitación del Hospital Marítimo de Oza, expondrá los perfiles psiquiátricos de los sin techo. Su amplia trayectoria le hace insistir en no escatimar recursos "para quienes más los necesitan". Cree que Mi Casita es un plan acertado y, aunque admite entender las quejas y "miedos" que ha suscitado en el barrio de Eirís, propone que el plan se explique con transparencia.

- Las entidades sociales ven múltiples razones del rechazo de personas que viven en la calle a recibir ayudas. ¿Está de acuerdo o existe algún patrón común?

-No existe nunca una causa única. Hay múltiples, y lo más problemático es que no se suman, sino que se multiplican. Si una de estas personas tiene un problema económico, y además uno de salud mental, y otro adictivo, todo esto agrava su situación y hace que eviten aceptar ayudas. Cada persona es única e independiente y eso hace que tengan dificultades para asumir algún tipo de disciplina. Por eso es tan importante el acompañamiento y ofertar ayudas siempre que ellos las necesiten y que acudan a dispositivos sociocomunitarios para tener una vida más digna.

- Si el rechazo es habitual, ¿es complicado que el acompañamiento que se ofrece sea efectivo?

-Es difícil. Yo siempre digo que tenemos que dedicar más recursos a las personas que más los necesiten. El problema específico de las personas sin hogar con trastorno mental es tan complejo que no se puede abordar desde un solo enfoque, por lo que requiere un trabajo en red y la colaboración de todas los programas e instituciones.

- ¿La relación entre el médico con la persona que no tienen hogar y no quiere ayuda puede convertirse en una especie de duelo?

-No, en absoluto. Utilizo siempre esta frase: yo estoy aquí para ayudar, no para juzgar ni ordenar ni reñir, sino para ayudar. Y yo presto esa ayuda si la persona a quien se la ofrezco la acepta; mientras no la acepta, yo tengo más dificultades, pero a pesar de eso yo sigo estando a su lado para poder ayudarla.

- ¿El trastorno mental de los sin techo es el factor que más incide en su rechazo?

-No. Según nuestras cifras, entre un 25% y un 50% de estas personas tienen trastorno mental, así que es mayor el colectivo que no sufre ningún tipo de trastorno.

- ¿Qué características comunes tienen estas personas?

-Entre el 74% y el 98% son varones, y de este porcentaje la mayoría tienen problemas de abuso de alcohol y de otras sustancias. Hay un porcentaje más pequeño de casos con diagnóstico de esquizofrenia o trastornos psicóticos y depresivos.

- Al ser complejo salir de la situación en que se encuentran, ¿suelen recaer quienes salen?

-Por los estudios realizados, se sabe que las personas a las que se les ofrece una alternativa residencial tienen muchísimas más facilidades para salir de la situación en la que están que las personas que se encuentran en la calle. Por eso el primer paso que hay que dar siempre es ofrecer una alternativa residencial digna para vivir en condiciones de normalidad, después se afrontarán otras necesidades. Si no, desde la calle es muy difícil trabajar cualquier política asistencial.

- A la espera de que se ponga en marcha el proyecto Mi Casita , ¿cree que ofrece una buena solución para las personas sin hogar?

-Sí. Este programa y otras experiencias parecidas se han hecho en todo el mundo. Dota de una vivienda digna en la que estar y desarrollar una vida. En la ciudad es un proyecto innovador que yo creo que va a ayudar muchísimo a estas personas en situación de exclusión.

- ¿Qué mensaje debe dar el ámbito médico a quienes rechazan la creación en su barrio de los módulos que propone Mi Casita ?

-Siempre digo que entre el 60% el 70% de las personas tendremos un trastorno mental a lo largo de nuestra vida. Existe el miedo a que estas personas pueden hacer daño y ser violentas. Pues hay que decir que quienes tienen trastorno mental son menos violentos que quienes no lo tienen. Las cárceles están llenas de personas que cometieron actos violentos sin ningún trastorno mental. Lo que hay que ofertar es más recursos a quienes tienen más dificultades. La sociedad tiene un papel importante en ello.

- Vecinos de Eirís rechazan el proyecto junto a sus hogares. ¿Entiende su postura?

-Entiendo las dudas que pueda tener un colectivo vecinal. Lo que tienen que hacer las instituciones es dar información adecuada y con transparencia y sin oscurantismo. Solo así se puede vencer este estigma y miedo hacia las personas sin hogar, entre todos.

- ¿Somos solidarios?

-La sociedad gallega es muy solidaria, pero se puede estar molesto por no haber tenido información. Todos deben escuchar y aportar.

- ¿Advierte realmente una implicación social e institucional?

-La coordinación entre todas las entidades ha mejorado mucho y ha repercutido en la eficiencia de las prestaciones. No hay otra solución, solo se puede trabajar así.