En una ciudad de pequeña superficie, densamente poblada, atravesada por vías de alta capacidad y que tiene matriculado un automóvil por cada dos habitantes, el tráfico intenso es la principal fuente del exceso de ruido que soportan sus habitantes. Ninguno de los diez distritos censales de la urbe se salva. Son siete los puntos donde, existiendo viviendas o algún tipo de actividad ciudadana, se registran mediciones de récord. Entre ellos, el hospital Materno Infantil y las casas del inicio de la avenida de A Pasaxe, tras pasar la rotonda de Os Castros. Así lo define el plan municipal contra el ruido, que está desde ayer a exposición pública en la web del Ayuntamiento.

Un 23% de los vecinos de la ciudad vive con nivel de contaminación acústica por el día superior a los 65 decibelios establecidos como límite recomendado, debido sobre todo al tráfico, con grandes arterias que llegan al corazón de la ciudad y, por tanto, con grandes edificios residenciales en sus márgenes. Un 37% padece ruidos nocturnos por encima de los máximos aconsejados, de 55 decibelios.

Entre todas estas zonas de conflicto, son siete las menos afortunadas en cuanto a contaminación acústica se refiere. En estos puntos, las mediciones de la empresa que elaboró el plan marcaron, en horario nocturno, entre 70 y 75 decibelios, superando en 15-20 decibelios los límites que deberían soportar los vecinos. Estas mediciones se realizan desde las fachadas, según explican los mapas que incluye el diagnóstico del plan municipal, que incorpora un programa para paliar el exceso de ruido en el Concello coruñés en cinco años.

El primero de los puntos con registros de noche de más de 70 decibelios es el tramo final de la avenida de Alfonso Molina, tanto los edificios de uno como de otro lado que hay entre el desvío de Juan Flórez y el entronque con Linares Rivas. Muy cerca, se suman al ranking las fachadas del instituto Fernando Wirtz Suárez y los edificios que lo flanquean.

Ambas zonas se enmarcan dentro del Distrito 3, que corresponde al Primer Ensanche y Cuatro Caminos y que es, según el plan contra el ruido, el distrito coruñés con mayor porcentaje de vecinos afectados por el ruido. Un 73% de residen tes del barrio, de gran actividad y rodeado del puerto y vías de alta capacidad con tráfico que llega casi sin calmar al centro, sufre niveles por encima de esos 55 decibelios nocturnos recomendados.

La tercera de las áreas conflictivos está en el Distrito 4, el de Os Mallos, que también linda con Lavedra. Es en las casas del tramo entre la ronda de Nelle y ronda de Outeiro donde se ubica otro de los puntos negros para los vecinos, según las mediciones.

Siguiendo la avenida, están otras de las fachadas con los registros más elevados de la ciudad. Se trata de dos calles de las dos Elviñas, Álvaro Cunqueiro y Antonio Machado, a uno y otro lado de la avenida, pasada la fuente de las Pajaritas dirección salida de la ciudad. Para cerrar la arteria, es Begano y su entorno el último de los lugares con peores condiciones acústicas de la ciudad.

Otros inmuebles de récord son el conjunto de casas al principio de la avenida de A Pasaxe, ya superada la rotonda de Os Castros, que se disponen en curva antes de llegar al desvío para Casablanca y el paseo de San Diego. En la misma avenida se halla otro de los edificios más afectados y en el que se registraron más de 70 decibelios en horario nocturno. Es, además, un edificio sensible, el hospital Materno Infantil Teresa Herrera, al que acompañan los inmuebles del otro lado del vial, como el Instituto de Seguridade y Salud Laboral.

La lista culmina en la misma avenida de A Pasaxe, pero ya superado el puente, un conjunto de casas en el nacimiento de Fonteculler y frente al inicio de la calle Río Quintas (donde se ubican una farmacia y unos talleres).