Hace diez años se colocaba la primera piedra del Centro de Inserción Social (CIS) situado en las inmediaciones de la antigua prisión provincial. Entonces se preveía que fuese inaugurado un año después, pero finalmente abrió sus puertas en julio de 2009. Al CIS son derivados los reclusos en régimen de tercer grado o semilibertad. El edificio, que tiene 7.500 metros cuadrados, cuenta con 150 habitaciones dobles. Instituciones Penitenciarias invirtió en el proyecto más de diez millones.

El Estado y el Ayuntamiento firmaron en 2005 un convenio según el cual el Concello le cedía los terrenos para construir el CIS y, a cambio, la antigua prisión provincial pasaría a ser titularidad municipal, previo pago de 1,5 millones. El alcalde, Javier Losada, anunciaba en abril de 2007 que la antigua cárcel sería "una gran factoría cultural". La posterior negativa del Ayuntamiento a pagar 1,5 millones llegó a los tribunales, que todavía dirimen sobre el caso.