En 2016 en la provincia de A Coruña se presentaron alrededor de 15.000 monitorios, de los que prácticamente la mitad se interpusieron en la ciudad. En el año 2009 fue cuando se contabilizaron más procedimientos de este tipo 18.000, seguido de 2010 -17.000-, frente a los 10.000 que se registraron en 2007, antes de la crisis. Este tipo de proceso no requiere abogado ni procurador para iniciar el litigio y permite exigir el pago de todo tipo de deudas con una tramitación rápida. Esta modalidad de reclamaciones aumentó con la crisis, a partir de 2008, y hubo un repunte con la imposición de tasas judiciales, en 2012, debido a su agilidad en la tramitación y a que no es necesario contar con abogado ni procurador. Suelen recurrir a los monitorios los fondos buitre.