La ronda de Nelle, al igual que otras vías de alta capacidad que atraviesan la ciudad, es una fuente importante de contaminación acústica, superando, también en horario nocturno, los máximos considerados salubres. El plan municipal contra el ruido propone una serie de medidas para paliar los altos niveles sonoros de la ciudad. Medidas generales y medidas concretas para ubicaciones concretas, como es el caso de esta ronda. Los redactores del plan consideran que esta calle es "una buena candidata" para "implantar medidas de humanización análogas a las aplicadas en las calles Orillamar y San Andrés".

En las mediciones en las fachadas de toda la arteria se superaron los 55 decibelios nocturnos, el límite que se considera adecuado. Incluso en el tramo entre la avenida de Finisterre, con el scalextric añadido, los registros de noche alcanzaron los 70.

El plan, que esboza líneas de actuación para que después estudie y concrete el Gobierno local si así lo considera adecuado, señala que hay que conseguir reducir el número de coches y, además, el aparcamiento en doble fila. Analiza en concreto el tramo de la ronda de Nelle que parte de la avenida de Alfonso Molina (Cuatro Caminos) hasta Villa de Negreira, antes del futuro parque del Agra.

El documento, que se encuentra en exposición pública en la página de la Concejalía de Medio Ambiente, describe este tramo: dos carriles, zona de aparcamiento en ambas direcciones y aceras estrechas. "Además, los vehículos suelen circular a una velocidad superior a la legal, de 50 kilómetros por hora", concluye el texto. Actualmente, la vía tiene un tramo de solo 10 metros de carril para bicicletas en el giro con paseo de Ronda.

Es por todo ello que consideran a este tramo de vía un "buen candidato" para esas acciones que ayuden a reducir la circulación rodada. Sugieren que estas medidas sean "análogas" a las implantadas en Orillamar, que se convirtió en un corredor verde ya con el Gobierno de PSOE y BNG, tal y como estaba previsto en el plan general; y en San Andrés, cuyas primeras fases reforma se desarrollaron entre el mandato de dicho Ejecutivo y el del PP.

Según relata el propio documento, la calle Orillamar fue el primer "corredor verde", una propuesta de Joan Busquets en el plan general para transformar vías con criterios "ambientales, paisajísticos y de movilidad alternativas", para "favorecer el tránsito a pie o en bici". En Orillamar "se renovó el pavimento, apostando por un nivel único para peatones y vehículos; también se renovó el mobiliario urbano y la señalización, limitando el estacionamiento en superficie; más ajardinamiento y arbolado para reducir el tránsito, limitar la velocidad y dar protagonismo al peatón".

En el caso de San Andrés, cuyo primer tramo de reurbanización se inauguró en 2012 (de Panaderas a la Barrera), la obra permitió instalar una plataforma única, instalar bancos, ensanchar aceras y limitar la velocidad a 30. Esto no quiere decir que la reforma de Nelle, de características muy diferentes, tenga que ser igual, sino que apuesta por medidas con la misma filosofía.