La música brasileña fue ayer el eje en un viaje por distintos sonidos de la mano de Caetano Veloso y Teresa Cristina, que abarcó desde versiones de standards de jazz hasta el éxito Leãozinho, interpretación que logró uno de los mayores aplausos de la noche. En un Palacio de la Ópera repleto y rendido ante el mito, Veloso triunfó diez años después de su última actuación en la ciudad, esta vez como padrino de la cantante de samba en la gira Caetano presenta Teresa.

El popular Cucurrucucú paloma conquistó al público, que recompensó con una sonora ovación por el clásico. El recital, con la guitarra como único instrumento acompañante, incluyó una fusión de música brasileña con un fragmento de Somewhere over the rainbow y hasta una versión a capela del standard Love for Sale, de Cole Porter.

Caetano Veloso optó por el portugués para comunicarse con el público como, aseguró, suele hacer cuando ofrece conciertos en Galicia. "Todos nos entendemos", afirmó el artista.