Orillamar albergará un centro nocturno de personas sin hogar,Orillamar también llamado centro de baja exigencia. No es un albergue sino unas instalaciones sencillas que solo abren de noche y que otras ciudades ya tienen en funcionamiento para evitar que nadie duerma en sus calles. Los usuarios serán atendidos por técnicos de integración que tratarán, una vez creado un vínculo con ellos, que estos vecinos con marginalidad extrema se vayan incorporando a otros recursos sociales que mejoren sus durísimas condiciones vitales.

El centro de atención de baja exigencia es un servicio nocturno que depende del área de Xustiza Social. Este nuevo recurso municipal está pensado para "personas sin hogar que pernoctan en la calle", entre ellos, "transeúntes que se desplazan de una ciudad a otra, inmigrantes de paso o sin recursos que acaban de llegar a A Coruña en busca de trabajo y personas sin techo de la ciudad que, por diversos motivos, no usan la red específica de alojamientos", de la que forman parte centros como Padre Rubinos. El trabajo será de atención, prevención, promoción e inserción social. Es una "atención básica nocturna" para aquel grupo, entre las personas sin hogar que hay en la ciudad, que tienen un mayor "desarraigo, marginación y exclusión social y que, por sus características psicosociales, no pueden hacer uso de otros recursos sociales para pernoctar".

El contrato con Dinamo Xestión de Actividades Socioculturais, empresa ganadora del concurso para gestionar el nuevo centro, se formalizó la semana pasada, para que puedan empezar a trabajar en las próximas semanas en el espacio reservado en Orillamar, después de que se descartase el centro cívico de Monte Alto como primera opción al ser incompatible con algunas de sus actividades. El contrato tendrá una duración de siete meses y medio. La empresa adjudicataria ha de prestar servicio de información y orientación (en el centro y en la calle), promoción social y acompañamiento, ocio, café, consigna, estancia y limpieza.

El centro estará abierto todos los días del año, entre nueve de la noche y ocho de la mañana, y tendrá capacidad para atender a unas quince personas diariamente. El Concello prevé que parte del personal realice labores de información y detección de posibles usuarios, personas que acostumbran dormir en la calle, portales, cajeros... con el objetivo además de dar "respuesta inmediata" a las necesidades de "amparo nocturno, posibilitando un descanso cómodo y seguro en sofás tipo relax durante el tiempo que deseen".

Una vez que logren que los transeúntes usen las instalaciones de baja exigencia, los técnicos que allí trabajen deben conseguir que las personas usuarias se "vinculen" al centro para posibilitar "procesos de normalización e inclusión" y propiciar su transición "hacia alojamientos más estables" y hacia el uso de otros recursos que "motiven a los usuarios" para que superen "las situaciones de desarraigo y deterioro personal".

En función de los perfiles de las personas usuarias, se programarán actividades de ocio durante la estancia, con la finalidad de ocupar de "forma lúdica y socioeducativa" parte del tiempo que allí pasen. También se facilitará un "pequeño refrigerio", en torno a las once y media de la noche, con café, infusión o similar, acompañado de un bocadillo y una pieza de bollería y fruta. El centro tendrá un servicio de consigna para custodiar los equipajes y pertenencias personales que allí se depositen.

¿De qué personal dispone el centro? Un coordinador/a que se encargará de la gestión general y de la dirección del personal contratado por la empresa para la realización del servicio. Se coordinará también con el área de Xustiza Social y los técnicos municipales que velen por el buen funcionamiento de las instalaciones. Trabajarán tres técnicos de integración social para efectuar la acogida, la información en la calle, analizar las características de los usuarios, elaborar planes individualizados de intervención, asignar las plazas del centro, diseñar los programas socioeducativos y, en general, atender a las demandas de los usuarios. Por otro lado, se contratarán a seis trabajadores en turnos ejercerán de auxiliares/vigilantes/conserjes, incorporándose además otra persona para la limpieza. Todo el personal debe acreditar al menos un año de experiencia en el puesto para el que se le contrate.

El Concello prevé dos meses para la implantación del programa desde que se comience a trabajar. Durante este tiempo de preparación, el equipo de intervención se completará con un dispositivo de frío de cuatro horas diarias integrado por cuatro profesionales.