Bajo un sol de justicia, la renovada Fábrica de Tabacos fue testigo ayer al mediodía de la afluencia ciudadana a la movilización convocada para reclamar la cesión al Concello de los terrenos portuarios. El calor primaveral obligaba a muchos de los manifestantes a improvisar sombreros de papel para proteger las cabezas. El atuendo marinero, que también lucieron algunos concejales del Gobierno local, no desentonaba en una marcha que contó con un barco de cartón, fletado por los miembros de la Marea Atlántica, y que acompañó de cerca la cabecera de la manifestación bajo el lema Gañemos o Porto.

Al ritmo de la percusión y las gaitas, la cabecera hecho a andar media hora después de lo previsto dejando atrás un horizonte de banderas y pancartas multicolor. Enseñas del BNG, de Esquerda Unida, pegatinas de la CIG o CCOO alternaban con algún cartel más improvisado en el que se podía leer O porto é noso.

Entre los asistentes, sensaciones y comentarios contradictorios. Mientras algunos mostraban su sorpresa por la "alta" afluencia a una manifestación "por la que no daban un duro", otros echaban en falta a varios miles más y se preguntaban cómo se había podido convocar la movilización coincidiendo con el Día de la Madre. "A Coruña tiene más de 200.000 personas y aquí somos cuatro", se quejaba uno de los participantes.

Ante la mirada indiferente y en algunos casos curiosa de los ocupantes de los coches que circulaban por Linares Rivas en dirección salida de la ciudad, aquel Medre o mar! que dio título a un libro del poeta Bernardino Graña se convirtió en una de las consignas más repetidas de la marcha, que iba ganando en ánimo a medida que uno se acercaba a la foliada y las buguinas que escoltaban a la cabecera.

La movilización también fue un desfile de caras conocidas de la política gallega y estatal. Entre pancarta y pancarta se podía ver al diputado del PSOE en el Congreso, Ricardo García Mira, o a los de En Marea, Miguel Anxo Fernán-Vello y Antón Gómez-Reino, al que en los últimos meses es frecuente encontrar en los telediarios, tras asumir la portavocía de la sección gallega del grupo confederal de Unidos Podemos. Del ámbito autonómico acudieron el diputado del BNG Xosé Luís Rivas Mini y una abultada representación de En Marea, con los diputados Antón Sánchez, Luca Chao, Pancho Casal, Manuel Lago y Paula Quinteiro.

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4.000 personas salen a la calle por el futuro de la fachada marítima de A Coruña

Otros rostros del mundo de la cultura también se sumaron a la manifestación, como fue el acaso del escritor Manuel Rivas y su hijo, el acto Martiño Rivas.

La cabecera de la marcha hizo una parada especial, recordando viejos tiempos, frente a la sede del PP coruñés en la calle Sánchez Bregua. "Ahí está la cueva de Alí Babá", coreaban los manifestantes mientras señalaban con su dedo a las oficinas de los conservadores.

Ya por los Jardines de Méndez Núñez, algunos de los viandantes preguntaban algo confusos la causa de la movilización y, en un caso, sometieron a un manifestante a un pequeño interrogatorio para conocer los pormenores de la operación urbanística contra la que marchaban.

Ya al final, junto a la Autoridad Portuaria, hubo palabras de recuerdo para la lucha del Hospital Militar o el fallido intento ciudadano por evitar el derribo del asilo de Adelaida Muro, un conflicto que algunos jóvenes parecían no conocer a juzgar por cómo encogían los hombros tras ser preguntados por un compañero "¿y eso que fue?". La multitud amontonada frente a la sede del Puerto fue yendo a menos a medida que avanzaban las intervenciones mientras algunos autobuses frenaban el paso ante la concentración, ante la atenta mirada de los turistas que los ocupaban.