El Palacio de la Ópera se llenó ayer de abonados y allegados, de músicos de las formaciones jóvenes y de personas ligadas a la historia de la Sinfónica que entonaron en Cumpleaños feliz. Abajo, el violinista Enrique Iglesias, ensaya ante sus compañeras y, debajo, el trompa Nicolás Gómez Naval, que solo tenía unos meses cuando se estrenó la Sinfónica, durante el ensayo previo al concierto de celebración y José Manuel Queijo, que lleva un cuarto de siglo como jefe de producción de la formación.