La Sinfónica de Galicia, que cumplió este martes un cuarto de siglo, termina hoy a las 18.00 horas en el Palacio de la Ópera los actos de celebración de su Festival Beethoven con la interpretación de la Sinfonía número 9. Tras ella, la orquesta retomará de nuevo su rutina de trabajo, empezando a fijarse, con la ayuda de su gerente Andrés Lacasa, los objetivos para la próxima temporada.

- 25 años es bastante tiempo, ¿ha supuesto este aniversario un punto de inflexión para ustedes?

-Más que un punto de inflexión, lo que ha supuesto es otro paso hacia delante. El Festival Beethoven es un reto para la orquesta y para el director, y creo que la Sinfónica ha demostrado que está progresando. En general, intentamos que cada temporada suponga un avance a todos los niveles, y ésta lo ha sido.

- ¿Y cómo ve las siguientes?

-Con bastante optimismo, estamos en un buen momento. Esta temporada, antes de que empezara el festival, ya habíamos tenido más asistencia que en todas las temporadas pasadas. Y a eso hay que añadirle que en internet estamos ampliando exponencialmente la difusión de nuestra marca.

- ¿Ese es su objetivo?

-No es el único. También queremos trabajar el público y consolidar los proyectos sociales educativos, que son fundamentales.

- ¿Cómo han pensando lograrlo?

-Trabajando muy duro. Estamos aumentando la actividad y fortaleciendo todos los proyectos infantiles. Todo lo que sea fomentar futuros profesionales es importante pero al mismo tiempo también queremos que la actividad musical se normalice, y ahí es donde quizá el proyecto de la Sinfónica es más importante. Los niños que quedan los fines de semana para jugar al fútbol no piensan que van a ser profesionales, y eso es también lo que queremos buscar nosotros en nuestras propuestas educativas.

- Habla de llegar a nuevas situaciones pero, ¿existe también alguna que deba cambiar?

-Claro, que el Palacio de la Ópera logre unas condiciones idóneas para el ejercicio de nuestras actividades. No estamos pidiendo que sea como el nuevo auditorio de Hamburgo, sino que simplemente esté a la altura de la Sinfónica de Asturias o Valladolid. Por otro lado, también sería importante recuperar un presupuesto que permita a la orquesta plantear giras en el futuro con garantías.

- ¿Ese es el mayor reto al que se enfrentan?

-Sí, porque son dos aspectos que limitarán mucho todo lo que queramos hacer. Hay voluntad por parte de la orquesta y de los abonados, pero si el Palacio de la Ópera no resuelve su situación actual y en el futuro no volvemos a tener unos presupuestos que nos permitan hacer giras internacionales, siempre vamos a tener un tope en nuestro crecimiento.

- ¿Quieren aumentar su reputación internacional?

-Ya tenemos una gran reputación a nivel internacional. Lo que ocurre es que eso trae muchísima competencia, y hay otras orquestas que tienen más apoyo económico para hacer giras. Si nosotros queremos planificar a medio plazo la vuelta de la Sinfónica a escenarios internacionales, tenemos que tener la certeza de que va a ser viable desde el punto de vista económico.

- ¿Está esa gira dentro de sus planes cercanos?

-Sí, estamos trabajando en una gira bastante ambiciosa en Centroeuropa para el 2019. También vamos a hacer un tour por España, yendo a Madrid, Alicante y Zaragoza. Por otra parte, ahora la orquesta Abanca ReSuena está preparando un concierto por el día de la música en junio, y luego Dima Slobodeniouk tendrá varios debuts importantes, uno de ellos en la Filarmónica de Berlín. Él también se está afianzando a nivel internacional como uno de los directores más interesantes de su generación.

- Entiendo entonces que Slobodeniouk seguirá trabajando con la Sinfónica.

-Es lo que deseamos. Tiene contrato hasta el 2019 y creo que, si queremos que el proyecto se consolide en el futuro, su relación con la Sinfónica tiene que ir más allá. Es cierto que todavía es pronto, porque quedan un par de años, pero yo espero que tanto la Sinfónica como Slobodeniouk sigan creciendo juntos.

- ¿Hacia dónde le gustaría que hubiese crecido en su próximo gran aniversario, dentro de otros 25 años?

-Si pudiéramos soñar... Sinceramente me conformaría con que fuera una orquesta que periódicamente se presenta en los grandes auditorios de España y Europa. Un conjunto con un proyecto social que beneficie al menos a 4000 niños, y que haya logrado que la orquesta Abanca ReSuena esté asentado por toda Galicia y no solo en dos barrios de A Coruña, como sucede en la actualidad. Y sobre todo, que tengamos una sede acorde a lo que merece una orquesta sinfónica. Con eso me daría por satisfecho.