Que un mercado sea algo más que un mercado como cualquier otro y se abra a usos y costumbres paralelos a los fines meramente comerciales es un concepto que seduce mucho en la plaza de abastos de San Agustín, donde para sí quieren sus trabajadores un espacio multifuncional que venga a convertirse en área de actividad diversa. Es su particular propuesta de "vuelta al mercado", un proceso de transformación que han enviado desde la asociación de vendedores del recinto al portal municipal de sugerencias para el presupuesto participativo del próximo año.

"El equipamiento básico de una cocina, que la tenemos, mesas y sillas da mucho juego para convertir el mercado en un espacio social", viene a resumir Ángela Barrán, placera y portavoz del colectivo en San Agustín. La capacidad de explotación del mercado con esos elementos apunta a zonas de ocio o lectura, espacios infantiles y áreas para organizar talleres creativos, catas, degustaciones o charlas sobre cocina y nutrición, añade.

Inspirada por las numerosas visitas a otras plazas de abastos de España de donde extrae ideas inmediatas o futuras iniciativas para San Agustín, Barrán cree que los placeros de este mercado disponen ya de suficiente información fundamentada con la que reclamar con seguridad nuevos usos a su instalación de trabajo y aportar un nuevo enfoque a su actividad. "Sería más que un mercado, sería un lugar de relaciones interpersonales entre vecinos que favorece a los residentes de la zona y a los usuarios del mercado sean de donde sean, un lugar de actividad que genera actividad", explica la placera.

"No requiere una alta inversión, es más bien un gasto pequeño que genera un retorno grande con muchos beneficiados", reitera convencida Ángela Barrán. Ella y muchas de sus compañeras creen que esa zona "versátil" podría ser un enclave fijo en el edificio de San Agustín, en puntos diáfanos y de fácil accesibilidad junto a los antiguos congeladores del mercado o en la entreplanta donde antes estaba el pabellón de flores, proponen como ejemplo.

Si la idea tiene éxito en el proceso de elección de proyectos donde el Ejecutivo invertirá el próximo año hasta tres millones de euros (dos para los barrios y uno para iniciativas en el conjunto de la ciudad), San Agustín afrontaría una etapa de diversificación y modernización; de lo contrario, según apunta Barrán, el Concello podría inspirarse en la propuesta para realizar otras inversiones con similar finalidad en el propio recinto.

Los placeros reclaman desde hace años mejoras en el mercado y espacios novedosos con la intención de que sean permanentes, en lugar de zonas habilitadas para determinadas actividades a lo largo del año.