La decisión de prolongar la cubierta de Preferencia hasta la mitad de la grada inferior para proteger de la lluvia a los espectadores situados en esa grada incrementará el coste de la renovación de las cubiertas del estadio de Riazor en un 17%, ya que frente a los siete millones de euros en los que se había calculado inicialmente, esta actuación tendrá uno definitivo de 8,2 millones. Así lo anunció ayer el concejal de Culturas e Deporte, José Manuel Sande, al informar que la próxima semana se abrirá la licitación de la redacción del proyecto y la ejecución de las nuevas cubiertas, con la previsión de adjudicarlos antes de finales de año y comenzar las obras en mayo de 2018.

La mayor superficie de la nueva cubierta de Preferencia y la necesidad de incrementar la resistencia de la estructura con acero son las razones del mayor coste del proyecto, según explicó el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela. También señaló que el Concello sopesó cubrir toda Preferencia inferior, pero que esa iniciativa implicaba reforzar la cimentación y todos los pórticos de la grada, lo que aumentaría de forma notable el coste de la obra y el tiempo de ocupación del césped, por lo que se acordó con el Deportivo no abordar este proyecto, ya que "hipotecaría" el uso del estadio durante la temporada futbolística.

Sande calificó este proyecto como "una de las grandes obras" de este mandato municipal debido a su elevado coste y aseguró que ha habido "consenso" con el Deportivo, con el que la relación "siempre fue buena". Varela, detalló que además de prolongar la cubierta de Preferencia se cerrarán los fondos superiores de todas las gradas para evitar el paso del viento y la lluvia, mientras que en el exterior se suprimirán los tensores que sujetan las cubiertas.

También destacó que en el interior del estadio la visibilidad aumentará, ya que los espectadores situados en las localidades más elevadas podrán ver el resto de las gradas, los videomarcadores e incluso el cielo. La cubierta podrá además tener un mejor mantenimiento ya que las placas podrán ser pisadas por los operarios, mientras que en el interior habrá una pasarela para que los técnicos puedan acceder al cableado y los focos.

Durante tres meses del verano de 2018 habrá que ocupar el césped para retirar las cubiertas de Preferencia y Tribuna y colocar unas nuevas, lo que obligará a sustituir también el terreno de juego. Tras el comienzo de la temporada y hasta mayo de 2019 se desarrollarán los trabajos de reparación de Pabellón y Maratón, que no afectarán a los espectadores, ya que se realizarán con andamios suspendidos. Varela aseguró que esta reforma no disminuirá el espacio en las gradas, sino que incluso aumentará por la retirada de unos canalones existentes en la actualidad.

El Gobierno local del PP adjudicó una reforma de las cubiertas por 2,5 millones de euros a la empresa Dragados, que luego consideró "inviable" hacerlo con ese presupuesto, por lo que renunció al contrato. El actual Ejecutivo municipal proyectó una remodelación más amplia que, tras el vuelo de parte de la cubierta el pasado 3 de febrero, derivó en una actuación aún más ambiciosa que se pactó con el Deportivo para garantizar la seguridad de las estructuras y la comodidad de los espectadores.