Uno de los miembros de la Junta de Personal sostiene que los compañeros del Servicio Común de Notificaciones y Embargos sufren a diario insultos e intimidaciones cuando acuden a domicilios a entregar comunicaciones de los órganos judiciales. "El utilizar a los perros como arma, echarlos contra ellos y llamarles de todo es su pan de cada día", relata el representante sindical, quien señala que la situación de "crispación" aumentó con la crisis económica, al igual que el número de notificaciones que realizan a diario. En A Coruña el suceso más grave de los últimos años ocurrió esta semana cuando una agente del servicio fue zapateada por un vecino de Oleiros solo por timbrarle a su puerta, pues la comunicación no estaba dirigida a él.