El Gobierno local pondrá límites a la ocupación hostelera de la vía pública con unas chinchetas metálicas ancladas en el suelo, pero esta medida no alcanzará a todas las calles de la ciudad, sino a 34 vías de la zona centro "caracterizadas por su alta ocupación", según explica el Ejecutivo municipal.

El contrato de servicio de inventario, cartografía y señalización de las terrazas situadas en zonas peatonales de la zona centro se formalizó la pasada semana, de modo que, el Gobierno local prevé que se empiecen a delimitar las terrazas "de manera inminente" y "permitirá la aplicación del ordenamiento singular de las terrazas de las calles peatonales situadas en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja y Pescadería (Pepri)", según fuentes del Gobierno local.

La aplicación de chinchetas metálicas en las calles para acotar el espacio que pueden invadir las sillas y las mesas de los locales de hostelería fue una medida que, en principio, se había pensado para las terrazas de toda la ciudad, pero que, finalmente, se pondrá solo en marcha en las calles del centro.

Esta medida se aplicará después de que conductores de vehículos de emergencias y vecinos se quejasen de que las terrazas invadían el espacio mínimo que necesitan para poder circular por calles del centro, en las que conviven bares y vecinos.

Hubo incidentes, por lo menos, en la calle Galera, donde los sanitarios tuvieron que bajar de la ambulancia para poder atender a su paciente y también en la calle de la Estrella, ya que los bomberos tuvieron problemas para acceder a la vivienda de un hombre que amenazaba con suicidarse utilizando una bombona de butano, ya que las terrazas ocupaban más espacio del previsto para garantizar la movilidad de estos vehículos de grandes dimensiones.

En cuanto a la regularización de las terrazas, el Gobierno local indica que la mayor parte de las solicitudes para su instalación se encuentran "pendientes de subsanación de errores", de modo que todavía están en trámites y no existe todavía una resolución definitiva. Sí que la hay para dos negocios, que ya han recibido la negativa del Concello a la instalación de sillas y mesas fuera de sus locales. Fuentes municipales indican que las peticiones no reunían los requisitos establecidos, por lo que el Ayuntamiento solicitó más documentación a los hosteleros.

"Se requirió la subsanación de estos errores, en muchos casos, en el mismo momento de la presentación de la solicitud o por teléfono, para agilizar la tramitación al máximo posible". El Concello asegura también que los titulares de las terrazas no tendrán que presentar de nuevo la solicitud sino que tendrán que aportar la documentación complementaria requerida.

En octubre del año pasado, el 90% de los locales de la ciudad habían iniciado los trámites para regularizar sus terrazas, eran 550. Entonces, el presidente de la Asociación Provincial de Hosteleros, Héctor Cañete, se mostraba convencido de que todas las instalaciones recibirían el visto bueno municipal. Quedaban pendientes 45 terrazas de la zona centro, para las que todavía no se había decido el espacio máximo a ocupar de la vía pública.

La asociación presentó una alegación a la solicitud del Concello de que las terrazas dejen libre un paso de 2,5 metros, pedían poder ocupar todo el espacio hasta dejar un pasillo de solo dos metros en las vías públicas con un ancho de cinco a seis metros, algo que, según el presidente de los hosteleros, tampoco discutirán si la Concejalía de Mobilidade Sostible no se lo concede. "La ordenanza siempre marca tres metros de paso, donde está el problema es en las calles de cinco a seis metros porque cambiaron el criterio. En su momento era de dos metros, lo quisieron cambiar a tres, hablamos con el Ayuntamiento para que lo dejase en 2,5. Ahora, lo que les decimos es que nos habían dado un plano con los dos metros, aunque ellos dicen que hay un informe de seguridad ciudadana que impide su cumplimiento", explica Cañete.

El plan se pondrá en marcha este verano.