Hay cines y teatros que se transforman, como los Equitativa y el Registro, y edificios con otros usos que se visten de cines y teatros. Como la vieja estación madrileña de Príncipe Pío, adquirida por empresarios del espectáculo para convertirla en un espacio escénico. En versión coruñesa, modesta pero resultona, la Nave 1839 en la estación de ferrocarril de San Cristóbal.

Además de los Equitativa, hay otro ejemplo emblemático de recuperación y reutilización en el centro de A Coruña, el Cine París, adquirido por Inditex y mutado en tienda de Pull&Bear, todo un símbolo de la huella de Amancio Ortega en la ciudad. Pero en el centro otro espacio pide a gritos su recuperación, por su historia, por su emplazamiento y por el estado en el que se encuentra: el Cine Avenida, en manos de Abanca y objeto de un litigio con Concello y Xunta por su catalogación en el plan especial. Los magistrados del Superior han avalado la conservación "integral" del inmueble a la que obliga el planeamiento pero este fallo está recurrido. Mientras el Supremo resuelve, el Concello ha requerido a la entidad bancaria que presente un proyecto de rehabilitación. En Madrid, se pueden hallar varios ejemplos de reciclajes de cines. Es el caso de los Carlos III, en la zona de Colón, que están reabiertos como el gran centro de ocio gastronómico La Platea. O el Cine Beatriz, en la zona de Serrano, hoy una tienda de ropa.