Dos años de trabajo desde el despacho de Alcaldía, cumplidos ayer, invitaron a Xulio Ferreiro a hacer balance de la gestión del Ejecutivo de Marea. En el ecuador justo del mandato el alcalde calificó de "razonablemente positiva" la actividad de su gobierno, de la que destacó el "elevado grado de cumplimiento del programa electoral". Ferreiro repasó medidas puestas en marcha o encauzadas en distinta medida por el Ayuntamiento desde 2015 y reiteró los principales retos para los dos próximos años en un desayuno con periodistas en el que evitó aludir a aspectos que necesiten ser corregidos.

La oposición centró su réplica al balance positivo de Ferreiro en las carencias que advierte en su gestión: el PP lo acusó de "ausentarse" y le reprochó sus viajes, el PSOE criticó "la falta de planificación y gestión" en determinadas áreas y el BNG manifestó su "decepción" porque censura la escasa acción de gobierno frente a un excesivo interés por "vender su producto".

"En estos dos años comenzaron a andar buena parte de las 99 medidas que conformaban nuestro programa, muchas hoy ya terminadas, y afrontamos otros desafíos que nos hemos ido marcando", comenzó Ferreiro. A continuación, resaltó iniciativas del ámbito de la justicia social (la renta social municipal, que está a punto de sumar 100 beneficiarios, los convenios con las compañías eléctricas para combatir la pobreza energética, los programas para evitar los desahucios); el medio ambiente (la eliminación de vertidos en la ría, políticas de bienestar animal), la cultura (festival Noroeste Estrella Galicia) y la participación (la rendición de cuentas ante los vecinos en los Dillo ti, presupuestos participativos). "Podemos decir que hoy el Concello está del lado de las personas que más lo necesitan y que apoya a los sectores social y económicamente más dinámicos", resumió el alcalde.

El capítulo de retos incluyó los objetivos más mencionados por Ferreiro en los últimos meses, comprendidos en el concepto de A Coruña como una "ciudad próxima o cercana". La creación del área metropolitana, el desarrollo de medidas de movilidad como el carril bici y la integración de los terrenos portuarios en la ciudad son los desafíos inminentes, entre los que tienen cabida también el plan de turismo, las reformas en mercados municipales como Monte Alto y Santa Lucía o la regulación de terrazas de hostelería, proyectos que se encuentran en diferentes fases de planificación o ejecución.

Para el grupo municipal del PP, los dos años de gobierno de Marea se caracterizan por una "dedicación a tiempo parcial". Los populares echan mano de las críticas recurrentes en sus intervenciones (parálisis en la ejecución presupuestaria, abandono generalizado de los barrios) para echarle en cara a Ferreiro que viaje a "encuentros, reuniones y charlas rebeldes" y "no se dedique a la ciudad al cien por cien".

El portavoz del PSOE, José Manuel García, moderó esta vez la intensidad de las críticas que en otras ocasiones ha dedicado al Ejecutivo local, al que no obstante achacó "falta de planificación y ejecución de los grandes proyectos" y "dificultades" para dialogar con otras fuerzas políticas e instituciones. Lamentó que los acuerdos con el PSOE se produjesen "a cuentagotas y a trancas y barrancas".

El grupo del BNG calificó de "decepcionante" el trabajo de Marea y pidió a Ferreiro "altura de miras" y valentía para afrontar los asuntos fundamentales de la ciudad y buscar consensos.