Concello de A Coruña y Deportivo han iniciado una nueva etapa, de la mano, que arranca con la modificación y ampliación del convenio suscrito en el año 2000 por el que además de que el estadio pueda lucir ahora un apellido en los partidos del club -Abanca-Riazor-, la vinculación entre ambas entidades se ha estrechado. Más allá de las obras que se realicen en el recinto municipal, el acuerdo se centra en el impulso del deporte base y la importancia de Riazor como imagen de la ciudad.

La Junta de Gobierno Local autorizará hoy, tras el visto bueno otorgado por la asesoría jurídica municipal, al Deportivo a "utilizar la denominación comercial estadio Abanca-Riazor en los espectáculos futbolísticos organizados por el club, bien directamente o siguiendo a la Federación Española de Fútbol, la UEFA y la FIFA". Esta es una de las cláusulas de la ampliación del convenio entre el Ayuntamiento y el club, firmado en agosto de 2000, cuando el alcalde era el socialista Francisco Vázquez y el presidente blanquiazul, Augusto César Lendoiro.

Reforma de la cubierta y mantenimiento de su estructura. En la ampliación del acuerdo, ambas partes consideran una prioridad las mejoras en las infraestructuras deportivas de la ciudad. Con estas renovaciones, no solo se busca incrementar la seguridad de los espectadores sino también que la estética de las instalaciones mejore, así como su funcionalidad. Los ciudadanos tendrán a su disposición nuevos espacios para el desarrollo de estas actividades y también se optimizarán los centros ya existentes. Ya que el Deportivo necesita un recinto de calidad, al nivel exigido por el fútbol profesional, las obras también pasan por Riazor. El Gobierno local cuenta con un presupuesto de 8,3 millones para renovar la cubierta del estadio. Este año, 5.000 euros están destinados a finalizar el anteproyecto. El próximo año, la inversión será de 5,16 millones mientras que en 2019, cuando se prevé que se complete la reforma, la aportación será de más de tres millones de euros. Una vez acaben las obras, la responsabilidad recaerá sobre el club blanquiazul, que asumirá los costes de mantenimiento y realizará obras complementarias para mejorar su imagen exterior, al contrario de lo que figuraba en la redacción original del convenio en 2000. La fachada es una de las cuentas pendientes. Para completar estas mejoras el presupuesto del Deportivo será de seis millones de euros para invertir en un plazo de cinco años, según informó el presidente Tino Fernández, que también anunció que los banquillos de los equipos se integrarán en la grada, al estilo de la Liga inglesa.

Apoyo económico del club a las escuelas deportivas municipales, pendiente de concretar. El Deportivo se compromete a impulsar el deporte base con contribuciones a las escuelas municipales, no especificada en la ampliación del convenio y cuya concreción se remite a un acuerdo posterior. Tanto el Ayuntamiento como el Deportivo reconocen en el anexo del convenio la importancia que tiene el deporte en la sociedad y lo consideran clave en las relaciones sociales entre los individuos. La promoción de su práctica es uno de los objetivos que se marcan.

El club reconoce al Ayuntamiento como "colaborador". La modificación del convenio otorga al Ayuntamiento un nuevo estatus en las relaciones con el Deportivo. El club lo tiene por "colaborador" y se compromete a incluir la identidad corporativa municipal en todos los "actos deportivos o de comunicación" de los espectáculos que organice, de forma directa o a través de las federaciones española o internacionales.

Promoción del estadio como marca de A Coruña. El Ayuntamiento y el club se repartirán el coste de la reforma inmediata del estadio y el Deportivo podrá beneficiarse económicamente del bautismo de Riazor como Abanca-Riazor. Ambas partes quieren que la nueva imagen del estadio municipal sea aprovechada como reclamo. El Deportivo, en la ampliación del convenio, se compromete a "impulsar acciones de promoción del estadio como imagen representativa de la ciudad" y a "difundir la mejora de las instalaciones".