Con abanico y sombrero, así se presentaron muchos devotos en las procesiones de la Virgen del Carmen que se celebraron ayer con motivo del día de la patrona de los marineros. Ni el sol ni el intenso calor detuvieron las ganas de fiesta de aquellos que querían acompañar a la Virgen en sus paseos.

En A Coruña, el día comenzó con la ofrenda floral en la estatua que se encuentra en O Parrote. Poco después del mediodía, a las 13.30 horas, miembros de la asociación Airiños da Torre elaboraron una alfombra floral en el mercado de Monte Alto. La procesión, que comenzó en San Jorge, fue el punto final de la celebración. En el mar, subieron a la Virgen a la embarcación Rías Altas Dos para realizar una pequeña ruta que despertó una gran expectación en el Puerto.

En Mera, el Día del Carmen fue muy especial. No solo por honrar a la patrona de los marineros, sino porque los vecinos recuperaron la procesión marítima tras una década. Las cofradías de pescadores de Mera y Lorbé se unieron a la iniciativa de la Asociación Cultural, Recreativa y Deportiva Festas do Mar, que organizó junto al Club Remo Mariñeiro una mejillonada para acabar el día. La orquesta Versalles fue la que puso la banda sonora a un domingo diferente. Los más pequeños también pudieron disfrutar de la festividad con el teatro en la calle.