La separación en origen de residuos en los contenedores urbanos de materia orgánica e inorgánica continúa siendo una asignatura pendiente para los coruñeses, a tenor de los datos que recoge la Memoria de Gestión Municipal del pasado año. La media de materia orgánica que debería dejarse en los contenedores verdes pero que se deposita en los de residuos inorgánicos, con tapaderas de color amarillo, alcanzó en 2016 un porcentaje del 39,5%, casi el mismo que el año anterior. La tendencia, que con los últimos datos se estabiliza pese a la difusión de campañas de comunicación municipales, como No seu sitio, es creciente desde 2013, ya que aquel año la proporción fue del 20% y al siguiente, del 34,1%.

La materia orgánica (restos de alimentos) recogida el año pasado procedente de los hogares y negocios coruñeses llegó a las 17.000 toneladas, muy poco por debajo que en 2015, mientras que los residuos inorgánicos (latas, envases de plástico, tetrabricks), a las 68.000 toneladas, también algo menos que en el año anterior, según la memoria del área de Medio Ambiente. La basura orgánica depositada en los contenedores reservados para ella supone un 79,5% del total recogido, prácticamente como hace un año.

La gestora de la planta de tratamiento de residuos de Nostián, Albada, había alegado en un recurso judicial que los coruñeses hacían una mala separación de residuos para justificar un incremento de gastos en su actividad, aunque la sentencia de un juzgado de lo contencioso-administrativo rechazó ese argumento. La empresa reclamaba 32,5 millones de euros al Concello, pero el juez estimó parcialmente el recurso y rebajó la compensación a 4,6 millones.

La Memoria de Gestión resalta en las conclusiones del departamento medioambiental que donde se mejoraron los ratios en 2016 fue en la recuperación de envases, hasta alcanzar el 15,2% y una media del 15% anual en los últimos cinco años que es superior a las medias gallega y nacional. Los ingresos por el reciclaje de envases supusieron para el Concello el ingreso de 300.000 euros derivados del convenio con Ecoembes, aunque el año pasado la Xunta acordó con esta sociedad que agrupa a las empresas envasadoras españolas la reducción en un 15% del precio que paga al Ayuntamiento por la recuperación de estos residuos en la planta de Nostián. Los ingresos habían sido mucho más elevados en 2014, de 2,33 millones.

Nostián registró el año pasado 106.643 toneladas de residuos urbanos solo procedentes del municipio coruñés (otras 75.122 toneladas procedieron de los concellos del Consorcio que llevan su basura a la planta coruñesa). La instalación recibió más envases por habitante que en los dos años anteriores procedentes de otros contenedores: 15,27 kilos per cápita de vidrio, 26,8 de papel y cartón, 27,43 de envases de cartón, 17,83 de envases plásticos y 5,46 kilos de envases metálicos.