El Ayuntamiento inició el año pasado 167 expedientes de Inspección Técnica de Edificios (ITE) en toda la ciudad. Con la apertura de estos sumarios el área de Vivienda y Rehabilitación realizó un "esfuerzo importante" para terminar de requerir la presentación de la ITE a todos los inmuebles a los que desde el año 2005 faltaba por solicitar esta medida de control urbanístico en todo el ámbito Pepri, las zonas afectadas por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior en los barrios de Ciudad Vieja y Pescadería. Así lo recoge la Memoria de Gestión Municipal de 2016, que recuerda que los propietarios de estas 167 construcciones tienen ahora el plazo de un año para someterlas a la correspondiente inspección.

Con la suma de estos recientes expedientes, la administración local mantiene 515 abiertos en alguna fase de tramitación tras el inicio, hace doce años, del control y vigilancia de las edificaciones en materia de seguridad a través de inspecciones técnicas, controladas primero por el área de Urbanismo y trasladadas en 2011 a la de Vivienda y Rehabilitación. De esos 515 informes, 151, el 29,3%, obligan a los titulares de los edificios a ejecutar obras y reparaciones; 28 de los afectados aún no han solicitado licencia para esos trabajos y 123 ya la tienen pedida o concedida.

A lo largo del pasado ejercicio se archivaron 237 expedientes, de los que 60 en buen estado obtuvieron una evaluación favorable sin necesidad de realizar ningún tipo de obras y 142 la recibieron negativa, pero fueron posteriormente archivados porque los dueños de los inmuebles ejecutaron las reparaciones requeridas. También hubo 45 expedientes con suspensión pendientes de la tramitación de la declaración de ruina del edificio debido al alto grado de deterioro que presentan.

Estos números que figuran en la última Memoria de Gestión reflejan, al compararlos con los balances de años anteriores, la evolución que las áreas urbanísticas municipales han experimentado en su tarea inspectora hasta la conclusión de los requerimientos a los edificios catalogados en el plan de protección de Ciudad Vieja y Pescadería. A partir de ahora las notificaciones del Concello irán destinadas a los dueños de los inmuebles protegidos en el Plan General de Ordenación Municipal del resto de la ciudad, a los construidos hace más de 40 años en el ámbito de las áreas de rehabilitación declaradas y a los de una antigüedad superior a 40 años en el resto del municipio, a los que la administración local ha reclamado inspecciones simultáneamente desde la mitad de la década pasada.

En 2007 y 2008 el Concello llegó a requerir a dueños de edificios hasta 852 y 692 inspecciones, respectivamente. La cifra de expedientes abiertos descendió ligeramente en los años siguientes, hasta reducirse a la más baja de 515 en 2016. También el ejercicio pasado los 167 informes iniciados fue la cantidad más baja. Al irse agotando las notificaciones y las resoluciones en las edificaciones del ámbito Pepri, especialmente en los dos últimos años, cayó por tanto el número de archivos favorables y desfavorables: un 66% los primeros (de 178 a 60 entre 2014 y 2016) y un 35% los segundos (de 235 a 151 en el mismo periodo). Hace seis años, con el penúltimo cambio de Gobierno municipal, estos resultados habían caído a niveles más bajos que los del año pasado: 26 expedientes favorables y 130 con reparos y con ejecución de obras ordenada.

La inspección técnica de edificios es una de las funciones desempeñadas por el área de Vivienda y Rehabilitación que más trabajo requieren y cuyo seguimiento obliga al jefe de esta sección a dedicarse de manera total a la tramitación, subraya la Memoria del año pasado. A las notificaciones iniciales, la comprobación de ITES presentadas, la reiteración de requerimientos si no se presenta la inspección, correcciones, determinación de obras que se deben ejecutar, solicitud de licencias, órdenes de ejecución y multas coercitivas en el caso de que no se cumplan las órdenes, se le añade en frecuentes ocasiones la presentación de recursos jurídicos para eludir la obligación de rehabilitar los inmuebles.

No son los únicos escollos: desavenencias entre copropietarios, dificultades económicas, intereses especulativos, rentas antiguas o locales comerciales en el inmueble que dificultan la realización de obras ralentizan o dilatan los procesos de inspección. A estas circunstancias indeseables se le suma otra de compleja resolución, la imposibilidad de localizar a los dueños para notificarles la necesidad de revisar el estado del edificio.

La Memoria de Gestión de 2016 destaca que debido a la estandarización del trabajo en el departamento de inspecciones de edificios es "difícil cerrar los expedientes con ITE favorable y las obras ejecutadas o terminadas". Por eso el Concello hace un llamamiento a los propietarios para que no pongan trabas a los procedimientos de revisión o posterior rehabilitación de sus casas y se marca como objetivo para el actual ejercicio "continuar la línea" seguida en este campo y "conseguir la ejecución de las obras necesarias" de los expedientes que están estancados en los que urge la reforma.