Durante el concierto que ayer dio en la plaza de María Pita el Coro Joven de la Orquesta Sinfónica de Galicia, el director invitó al público a bailar al son de las canciones que se interpretaban. Después de tres temas, preguntó a los espectadores si lo estaban pasando bien, porque nadie bailaba. Y advirtió de que si al terminar el concierto no había gente bailando al pie del escenario, el año que viene quitaría las sillas de la plaza.