Hace 8 años que María Bodelón inició un proyecto con la ONG Semilla para el Cambio para dotar de herramientas de desarrollo a los barrios marginales de Varanasi, en India. Al principio, los niños eran el objetivo de esta iniciativa, ya que necesitaban una educación que les permitiese superar su precaria situación. Aquellos pequeños han crecido y Bodelón se siente orgullosa de ello, ya que sigue trabajando a su lado. "Yo me paso casi todo el año en el terreno supervisando proyectos y su ejecución. Semilla para el Cambio realiza una intensa labor de sensibilización, difusión y captación de fondos", manifiesta.

La ONG ha conseguido, tras un intenso trabajo, que los niños enterrasen su pasado para comenzar una nueva vida. "Muchos de nuestros estudiantes dejaron atrás una vida de trabajar recogiendo basura por la calle para disfrutar de su infancia y de una educación de calidad que les abra puertas a un futuro mejor", comenta ilusionada.

En la India, la organización cuenta con 28 empleados locales de Seed for Change, que completa el trabajo de los cooperantes españoles, dispuestos a cambiar la situación en Varanasi. María Bodelón ha sido una de las testigos de este espectacular cambio. "Las mujeres que participan en nuestros proyectos se han vuelto más seguras de sí mismas, más autónomas y orgullosas de lo que hacen", comenta. No solo eso, sino que son "reconocidas en su familia y en su comunidad y cuentan con ingresos propios", algo que hace tan solo unos años parecía impensable. Pero la meta todavía no se ha alcanzado, la ayuda continúa y Bodelón no duda en seguir poniendo su semilla en la India.