Las condiciones meteorológicas desfavorables volvieron a causar ayer problemas en el aeropuerto coruñés, que ayer sufrió el desvío de tres vuelos. El primero de ellos fue el de Vueling procedente de Barcelona, que no pudo aterrizar por la baja visibilidad y fue desviado a Santiago. Eso obligó a los 180 viajeros que iban a tomar ese mismo avión con destino a Valencia a variar sus planes. Un segundo avión de Vueling que también venía de Barcelona fue igualmente desviado al aeropuerto compostelano y el de Iberia salido de Madrid y que debía llegar a primera hora de la tarde regresó a la capital española al no poder aterrizar debido a problemas con el viento.