Como si se tratase de una forma de advertir que se acababa el tiempo de los festejos veraniegos de la ciudad, la lluvia hizo terminar de forma anticipada la romería de Santa Margarita el pasado domingo, ya que, tras una mañana espléndida, el aguacero acompañado de numerosos rayos caído por la tarde impidió celebrar los conciertos programados a última hora de la tarde.

Tras un día de tregua, la lluvia regresó ayer, aunque con menos intensidad, pero, junto con la niebla que tomó la ciudad el lunes, el tiempo de los últimos tres días se ha convertido en un adelanto del otoño a pesar de que hasta el 21 de septiembre esa estación no llegará de forma oficial. Este cambio atmosférico es aún más chocante si se tiene en cuenta que por el momento solo fueron cuatro los días del mes de agosto en que hubo precipitaciones, de los que el domingo fue además el que recogió mayor cantidad de agua, 9 litros por metro cuadrado, mientras que el martes tan solo fueron 1,1 litros.

La cifra registrada el domingo no es además especialmente destacada, puesto que corresponde a la lluvia caída durante toda la tarde de ese día, lo que refleja que agosto está siendo un mes especialmente seco, a pesar del abundante número de días en que las nubes hicieron acto de presencia en el cielo y que causaron el enfado de los más asiduos a las playas.

Pero a algunos de ellos ni siquiera la niebla les sacó de la arena e incluso del agua el lunes, ya que están dispuestos a disfrutar del verano cueste lo que cueste. Aunque la mayoría salieron a toda prisa de las playas el domingo por la tarde cuando se produjo el cambio de tiempo tan repentino, al pasar de una mañana calurosa que había llenado los arenales, a una tarde de tormenta que despejó no solo las playas, sino el parque de Santa Margarita.

La llegada del agua no ha tenido un efecto acusado sobre las temperaturas, ya el domingo la máxima fue de 22,5 grados y la mínima de 17,1, mientras que ayer el termómetro alcanzó los 19,4 grados como marca más alta y los 18,1 como la más baja. Para hoy se espera que permanezca la inestabilidad, con la posibilidad incluso de que se produzcan chubascos, aunque menor que ayer, ya que la tendencia es a la mejora del tiempo, al menos hasta el fin de semana.

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Lluvia en A Coruña por una bolsa de aire frío en Galicia

La vuelta de la lluvia a la ciudad trajo también de nuevo las imágenes de los paraguas que se vieron obligados a utilizar los viandantes, a pesar de que las precipitaciones de ayer fueron bastante menos intensas que las del domingo. Los menos precavidos, posiblemente de visita en A Coruña, no dudaron incluso en adquirir un paraguas a los vendedores callejeros, aunque los residentes, ya habituados a la presencia de la lluvia, los recuperaron del armario de casa para lanzarse al paseo.