Monte Alto fue una de las mecas de los promotores en tiempos de bonanza, cuyos planes frustrados han dejado el barrio salpicado de redes de protección y carteles de obra rotos y con fechas desfasadas. El área de Rexeneración Urbana ha declarado expirado el permiso para unir tres edificios entre la calle San Juan y San José, vecinos a otro conjunto con similares planes también paralizado y que ha sido una pesadilla para los vecinos del entorno por las humedades y otros problemas que traspasan. Todos ellos están protegidos por el plan especial de Ciudad Vieja y Pescadería. La parte positiva es que, con la licencia caducada, si se solicita un nuevo permiso, tendrá que adaptar la rehabilitación a las normativas de los últimos años, más restrictivas respecto a la transformación de los inmuebles y a su tamaño. También podría dar pie a la orden de derribo.

El presidente de la asociación vecinal de Monte Alto, Alberte Fernández Mariño, explica que, desafortunadamente esta situación se repite por todo el barrio, edificios en manos de promotoras quebradas o el banco malo, que están "en limbos legales y afectan a los vecinos", que "agotan todas las vías" posibles, tanto administrativa como judiciales, sin que el problema se solucione. Recuerda el caso del edificio de plaza de España, que fue derribado solo después de meses de protestas.

Los edificios objeto de la orden municipal son e 9 de la calle San Juan y el 6 y 8 de la calle San José. La licencia era para rehabilitar, ampliar y unir los inmuebles. Un proyecto parecido al de sus también ruinosos vecinos: los números 15, 17 y 19, cuyos problemas acabaron por obligar a una familia de otra casa colindante a mudarse y pagar el alquiler. Todos son edificios catalogados por el plan especial. Tienen protección ambiental. Esto quiere decir que aunque no tengan características singulares por sí mismos estos responden a la "coherencia arquitectónica y urbana" de la zona y dotan al ámbito de "unidad".