Dos vecinos de As Atochas aceptaron ayer ser condenados a cinco años de cárcel por intentar matar a un joven en un bar de la calle San Juan el pasado mes de marzo. La pareja reconoció que apuñaló a la víctima cuando intentó que abandonasen el establecimiento, porque se dirigían en actitud agresiva hacia un exnovio de la procesada. Sin mediar palabra, le asestaron dos puñaladas, una en el tórax y otra en el hombro derecho. El afectado tuvo que ser intervenido de urgencia porque, de lo contrario, hubiese fallecido.

El abogado de los imputados, Diego Reboredo, llegó ayer antes del juicio a un acuerdo con las acusaciones, tanto la pública como la particular. Los procesados aceptaron el pacto, se declararon culpables de un delito de intento de homicidio y se mostraron conformes con que el tribunal les impusiese, además de cinco años de cárcel a cada uno, la prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima durante ocho años una vez que salgan de prisión. Además, deberán indemnizar al perjudicado con 76.500 euros. Ayer ingresaron 15.000, por lo que adeudan 61.500, si bien podrían declararse insolventes.

Las acusaciones accedieron a rebajar sus peticiones iniciales de condena al tener en cuenta dos atenuantes, la de drogadicción y la de reparación parcial del daño. Así, consideraron acreditado que los acusados, que permanecen en prisión provisional desde que sucedieron los hechos, tenían sus facultades volitivas alteradas por haber consumido sustancias tóxicas. La familia de los sospechosos ingresó ayer por la mañana 15.000 euros para que la Fiscalía y la acusación particular aceptasen la atenuante de reparación parcial del daño. El Ministerio público exigía una condena de ocho años y medio de cárcel y el abono de una indemnización al denunciante de 6.100 euros por los días que tardó en curar de las heridas y de 45.000 euros por las secuelas que sufre y el perjuicio estético que le generan las cicatrices.

El sospechoso admitió ayer ante la presidenta del tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial que se tropezó en la puerta de un bar de As Atochas sobre las tres de la madrugada con el exnovio de su pareja, con el que tuvo "un nimio incidente del que no consta el motivo", tal y como relata la fiscal en su escrito de calificación, con el que ambos condenados se mostraron conformes. "Sin más, llamó por teléfono a la procesada y le solicitó que le llevase un objeto punzante", indica la representante del Ministerio público. En sede policial una testigo de la llamada declaró que escuchó al acusado ordenar: "Baja el cuchillo más grande que tengas en casa, que está aquí Andrés".

A los pocos minutos, la imputada, de 19 años, se presentó en el establecimiento con dos armas blancas entre las manos. Ambos se dirigieron con los objetos punzantes hacia el exnovio de la sospechosa, pero la víctima, cuando llegaron a su altura, intentó mediar para que se fuesen del establecimiento. "Sin más, ambos procesados, de mutuo acuerdo, le asestaron dos puñaladas, una en el tórax y otra en el hombro derecho, y se fueron del lugar", señala la fiscal, quien subraya que hubiese fallecido de no haber sido operado de urgencia en el complejo hospitalario Universitario.

El afectado tardó 108 días en curar de las lesiones, de los cuales ocho permaneció ingresado en el hospital; y 78, incapacitado para realizar sus tareas habituales. Como secuelas le quedaron cicatrices en diferentes partes el cuerpo.