Tras veinte años desde el primer contencioso, el edificio que albergó la sede de Fenosa, sus propietarios y el Concello inician una nueva etapa, tras la providencia que este verano ha firmado el Tribunal Supremo, rechazando el último recurso municipal y de la comunidad para que se declarase inejecutable la sentencia de derriboderribo que pesa sobre el inmueble desde 2001. El dictamen firme de los tribunales es que la manzana debe recuperar su estado previo a las obras de 1997, negando cualquier intento de legalización con obras parciales. ¿Qué implica esto? ¿Una demolición para luego reconstruir? ¿Obras para recuperar el inmueble racionalista de oficinas construido en 1961? El Concello analiza si pedir al Supremo mayor concreción y, en todo caso, afirma que actuará "de mano de la justicia" para "dar forma al cumplimiento exacto de la sentencia". El edil de Rexeneración Urbana afirma que será "un proceso largo". El arquitecto que denunció el proyecto hace dos décadas, no tiene dudas: "que pongan lo que quitaron y que quiten lo que pusieron". Realiza además un "aviso a navegantes", no van a esperar "otros veinte años".

El concejal responsable del urbanismo en la ciudad, Xiao Varela, asegura que el Gobierno municipal actuará "en base a dos criterios fundamentales", el "escrupuloso cumplimiento de la legalidad urbanística" y la "defensa del erario público y de los intereses de las personas directamente afectadas". En una nota de prensa, el edil describe que están en contacto con los representantes de los propietarios y que mantendrán con estos una reunión "en los próximos días".

"Los servicios jurídicos están trabajando en buscar la mejor manera de afrontar esta decisión judicial", destacó el edil, que cree que augura que será "un proceso largo" y que "puede tener ahora una trascendencia muy importante y afectar muy seriamente a los intereses del Concello y la ciudadanía". Trabajan desde dos departamentos. Por un lado, la asesoría jurídica estudia la posibilidad de solicitar al Supremo que analice "más ampliamente" el recurso. "Aunque no sabemos si será posible", indican. Por otro, en Edificación, área que depende de su concejalía, comienzan a pensar en "cómo se puede abordar esto de la forma menos gravosa para las arcas municipales, qué tipo de intervención podemos acometer y si es viable técnicamente", comentó.

"En un caso tan particular como este, en la ejecución concreta de la sentencia, no podemos actuar si no es de la mano de la justicia", añadió Varela, que recuerda que el proceso judicial comenzó en la etapa de Francisco Vázquez como alcalde.

"Solo quedó la estructura"

El edificio de oficinas de estilo racionalista de los años sesenta que tenía Unión Fenosa en la calle Fernando Macías se convirtió, tras las obras proyectadas en 1997 y denunciadas antes de que se pusiese un ladrillo, en la manzana de locales y viviendas actual. Los tribunales han ordenado devolverlo a su estado original. "Realmente del edificio anterior quedó la estructura", relata el arquitecto que inició el contencioso, Valentín Souto.

Sobre cómo cree que el Ayuntamiento debe cumplir la sentencia, señala: "Pues que quiten lo que se hizo y se ponga lo que quitaron, realmente del edificio anterior quedó la estructura, el edificio nunca se demolió, que le pongan lo que le quitaron y le quiten lo que le pusieron".

El denunciante ve "claro" que, "con independencia de quien gobierne, porque van cuatro alcaldes", se sigue en el Palacio de María Pita "la misma estrategia dilatoria para, primero, esperar a que nos muramos; segundo, a que nos arruinemos; y tercero, a que las dificultades de la vida nos impidan continuar". "Pero hemos llegado a este punto en que no vamos a esperar otros veinte años, hemos consumido una tercera parte de nuestra vida y esto es un aviso a navegantes", advierte en relación a la ejecución de la sentencia que pesa sobre el inmueble.