Con medio siglo de vida recién cumplido a sus espaldas, las dos mil viviendas del Barrio de las Flores y sus zonas comunes demandan desde hace años una rehabilitación, que ya fue prometida por anteriores gobiernos, pero que nunca llegó. La accesibilidad de los pisos y la renovación de sus espacios públicos son las mayores demandas de sus residentes. Este proyecto entra de nuevo en los planes de un Ejecutivo municipal. El Gobierno de Marea anuncia que hará un estudio para definir las necesidades del barrio "para su posible inclusión" en el Plan Estatal de Vivienda, del que ya se han beneficiado zonas como Palavea y Os Mariñeiros. Las Casas de Franco, en O Ventorrillo, y Labañou son dos de los barrios, ya con declaración de área, que esperan entrar al fin en este programa.

El Gobierno local contesta a una pregunta para respuesta escrita del grupo del PSOE, que requirió información por los planes de actuación en el Barrio de las Flores, qué obras se harán y con qué plazos y sobre si el Ejecutivo ha previsto dirigirse a la Xunta para abordar la renovación de los inmuebles. "El servicio de Rehabilitación y Vivienda ha previsto realizar un estudio de las necesidades concretas y más demandadas en el barrio, tanto en referencia a los espacios públicos como a la rehabilitación privada de viviendas, para su posible inclusión como área de regeneración y renovación urbana en el Plan Estatal de Vivienda", contesta Rexeneración Urbana.

El departamento que dirige el edil Xiao Varela justifica que el plan 2013-2016, que se prorrogó en 2017, solo permitía actuar en áreas de rehabilitación integral o de regeneración y renovación urbana (ARI o ARRU) declaradas en años anteriores, por lo que hay que esperar al año siguiente. Indican que el borrador del plan 2018-2021 incluye subvenciones a la rehabilitación integral de estas áreas que combina, como en convocatorias anteriores, la rehabilitación de edificios y viviendas de propiedad privada con la urbanización de espacios públicos del ámbito. "Por lo tanto, a la vista de las necesidades del barrio, el servicio de rehabilitación ha previsto iniciar los pasos para el estudio de las actuaciones y la solicitud de declaración de ARRU para su regeneración urbana para incluirlo en el citado plan", concluye la respuesta a los socialistas coruñeses.

La rehabilitación del Barrio de las Flores es un viejo proyecto, que lleva una década pululando por los despachos municipales de Urbanismo. En 2006, el Concello gobernado por PSOE encargó a un grupo de la Escuela Superior de Arquitectura un estudio, que dirigió José González-Cebrián y que coordinó, además, el que después se convertiría en concejal del ramo por el Partido Popular, Martín Fernández Prado.

El estudio concluía que se podía mejorar la calidad de vida de los vecinos y, además, revitalizar el espíritu arquitectónico de vanguardia con el que fue concebido sin "perder su espíritu de barrio". Acompañado de un informe sociológico, la propuesta aconsejaba actuaciones en los espacios como la sustitución de las escaleras por rampas, la creación de pasarelas peatonales y la apertura de los accesos a los garajes. Este plan no se hizo realidad.

En 2011, Carlos Negreira prometía en campaña que el Barrio de las Flores entraría en la solicitud municipal del plan de ayudas, cuestión que volvió a mencionar el exalcalde en noviembre de 2014. En abril de 2015 quedaban fuera de la petición del Concello, que se ceñía a incorporar a Labañou y las Casas de Franco. Pocas semanas después, a semanas de las elecciones municipales, el PP presentaba un plan integral para el barrio, con una inversión de 59 millones, pero cuya financiación fiaba a la obtención de recursos europeos. Lo comparaba con el Urbana C del Agra do Orzán. La junta de gobierno del 30 de abril tomaba conocimiento del proyecto, en un trámite innecesario pero que sirvió para hacerlo público en época preelectoral.

Tras el cambio de Gobierno, llegaba la resolución de Fomento sobre la petición de ayudas de las nuevas áreas de rehabilitación. El Gobierno central solo concedía un millón de los 4,9 que había solicitado el Ejecutivo del PP por lo que hubo que meter tijera a los planes. El dinero solo alcanzaba para terminar la reforma de Palavea y Os Mariñeiros e iniciar la de Elviña y, a la exclusión inicial del Barrio de las Flores, se sumaba ahora las de Casas de Franco y Labañou. El Gobierno de Marea dijo que buscaría financiación de la UE para ellas, pero nunca se llegó a concretar.