La ordenación de la ocupación de la vía pública por terrazas de hostelería que el Ayuntamiento empezó a aplicar al comienzo de este verano en las calles peatonales del centro tendrá continuidad en otras zonas de la ciudad con mesas y sillas de locales instaladas en vías de uso peatonal. El Gobierno municipal está concediendo aún resoluciones que acreditan la regularización de las licencias para el uso de terrazas, de las que carecían -y carecen- una gran parte de los hosteleros de toda la ciudad, y tras finalizar este proceso en la zona céntrica y hacer un balance del mismo, ha previsto extender la delimitación de espacios para estas instalaciones a otras áreas peatonales donde hay concentración de negocios de hostelería.

Esta ordenación se ha llevado a cabo básicamente a través de la señalización de marcas en el suelo con chinchetas metálicas clavadas que establecen la distancia máxima desde la pared hacia el centro de la calle que pueden ocupar las terrazas. Con este método queda delimitada la superficie de uso hostelero y liberados espacios centrales y laterales para los peatones y para el acceso de vehículos de emergencias. La concejalía de Mobilidade avanza que habrá una segunda fase del proceso, probablemente con la misma colocación de chinchetas, "con ordenaciones singulares adaptadas a cada calle", aunque sin concretar cuántas vías serán las afectadas y en qué barrios están.

El Concello inició la delimitación de espacios para terrazas de hostelería en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) en un total de 34 calles peatonales donde la ordenación afectó a 67 locales. Desde Juana de Vega en el Ensanche hasta Nuestra Señora del Rosario en la Ciudad Vieja; en vías anchas como Riego de Agua o Capitán Troncoso y más estrechas como Florida, Franxa o Galera; solo en tres por su excesiva estrechez (Arévalo, Alcalde Canuto Berea y Trompeta) y la calle Real impidió la instalación de mesas y sillas.

Otras calles parcial o totalmente peatonales de la ciudad en las que hay locales con terrazas son Orzán, plaza Cormelana y plaza José Sellier en el barrio de Pescadería, y Barcelona, Ángel Senra o Gaiteira en otras zonas alejadas del ámbito Pepri, en las que el Concello también delimitaría los espacios para los peatones y para las terrazas.

A día de hoy, añaden las fuentes municipales, prácticamente todos los locales de las calles céntricas respetan la superficie que deben ocupar, aunque en los primeros meses algunos negocios hosteleros mostraban reticencias. Policías locales realizaron rondas por estas calles para comprobar el cumplimiento de la medida. "Se aunaron intereses en beneficio de todo el mundo", señalan desde el Ayuntamiento.

Ordenar la ocupación de la vía pública se ha convertido en un proceso dirigido por el área de Mobilidade Sostible con el que además de fomentar la convivencia de usos en las calles peatonales pretende regularizar las terrazas para que todas se ajusten a la ordenanza municipal que aborda sus condiciones, una carencia descubierta por una inspección que encomendó el Gobierno local anterior. Desde finales de 2015 el actual Ejecutivo empezó a reclamar documentación a los hosteleros, aunque el proceso pasó por diferentes etapas, no exentas de protestas, por la continua solicitud de requisitos desde el Concello.

Otro sector que reclamó la ordenación de espacios fue el de los vehículos de emergencias, sobre todo después de que a comienzos de este año ambulancias y camiones de bomberos no pudieran acceder a vías peatonales del centro por la noche por la excesiva concentración de gente y la falta de espacio para maniobrar por la superficie ocupada por terrazas. Los profesionales reclamaron medidas en la zona céntrica y en otras partes de la ciudad, como la calle Barcelona.