Una joven discapacitada declaró durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial que su novio la obligó a practicar sexo oral con él, con su hermano y con un amigo en un hostal de la calle Galera el 15 de julio de 2011. La denunciante testificó que su compañero sentimental la engañó bajo la excusa de que no podían ir a casa porque su hermano estaba bebido para que accediese a subir con los tres a la habitación del establecimiento. Una vez allí, le exigió que mantuviese relaciones con su familiar y con su amigo porque "se lo debía" porque ellos lo habían ayudado a llegar a España, donde residía desde hacía tres semanas, desde Rumanía. "¿Qué soy, una puta?, ¿eres un proxeneta?", aseguró que le dijo la víctima, quien residía en una casa con los procesados y con otras familias rumanas. La joven, que padece un "retraso mental leve", según la Fiscalía, ejercía la mendicidad para sobrevivir.

La afectada relató que la cogieron por la cabeza y la obligaron a practicarles felaciones. Además, afirmó que desde que la comunidad rumana de A Coruña tuvo conocimiento del caso la repudia. "Estoy manchada, nadie me va a querer. Me tuve que cambiar a un piso con mi madre y mi tío porque en el que vivíamos con más gente no me podía quedar. Les daba asco que estuviese yo porque estaba manchada", afirmó, al tiempo que añadió: "En mi cultura para una chica pasar por todo eso es una vergüenza, una deshonra".

"Sentí miedo, vergüenza y asco", explicó la denunciante, quien sostuvo que estuvo medicada y a tratamiento psicológico y psiquiátrico como consecuencia de los hechos. Al día siguiente, los denunció y acudió al centro de salud, donde fue derivada al hospital Materno Infantil. Los tres jóvenes, para los que la Fiscalía exige una condena de 15 años de cárcel, negaron ser autores de un delito continuado de agresión sexual y atribuyeron la denuncia a un intento de la madre de la chica de sacarles dinero. Así, sostuvieron que la mujer les llegó a pedir hasta 2.000 euros a cambio de no denunciar. El novio de la víctima aseguró que mantuvieron relaciones sexuales después de ese día, algo que ella negó.

La representante del Ministerio público señala en su escrito de calificación que fueron los imputados los que le ofrecieron dinero a la madre de la víctima a cambio de que retirase la denuncia. "Los hechos produjeron temor y angustia en la perjudicada, por tratarse, además, de personas con relación próxima a ella", recalca la fiscal, quien demanda que los imputados indemnicen a la afectada con 8.000 euros y que les impongan la prohibición de acercarse a ella durante ocho años. Las defensas de los procesados demandaron su libre absolución.