El acusado de haber abusado sexualmente de una menor en el partido judicial de Betanzos aceptó ayer 18 meses de prisión tras reconocer los hechos. La sección segunda de la Audiencia Provincial del A Coruña tenía previsto acoger ayer el proceso contra el ahora condenado, que finalmente alcanzó un acuerdo con la Fiscalía.

Aunque el hombre ha aceptado el año y medio de prisión, la conformidad establece la suspensión de condena debido a que carecía de antecedentes penales, por lo que no irá a la cárcel por los hechos ocurridos en octubre de 2015, pero tiene prohibido acercarse a la joven o comunicarse con ella durante dos años.

La rebaja de la petición inicial de dos años y seis meses de prisión a 18 meses se ha hecho tras aplicar la circunstancia modificativa atenuante de reparación del daño, pues el procesado había abonado los 2.500 euros que pedía la Fiscalía de indemnización para la víctima.

El escrito de acusación del Ministerio Fiscal explica que el condenado empezó su relación con la víctima, una joven de quince años, a través de la red social Badoo y la continuó por teléfono, aunque nunca reveló su verdadera edad.

En los últimos meses de 2015, según indica la fiscal, consiguió "entablar con ella una relación de amistad a través de teléfono móvil, de viva voz y por WhatsApp". Una vez que logró ganarse la confianza de la joven, quedó con ella en dos ocasiones.

En la segunda, a última hora de la tarde del 27 de octubre de 2015, la menor se subió a su coche en las inmediaciones de su vivienda. Una vez en el interior del vehículo, el sospechoso intentó besarla en la boca, per la adolescente lo rechazó, según señala la Fiscalía en su informe sobre los hechos, en el que subraya que el hombre sabía "perfectamente que contaba con 15 años".

El Ministerio público sostiene que el condenado, a pesar de ser rechazado por la joven cuando se acercó a ella, le realizó tocamientos en pechos y genitales a la adolescente, quien se quedó "paralizada" hasta que le dijo que su madre la llamara y salió de coche hacia su casa. A partir de ese momento, la víctima no volvió a tener ningún contacto con el sospechoso, al que bloqueó en su teléfono.