El interés del profesor Víctor Arufe por dar visibilidad a la labor que realizan sus compañeros hace que los premios Educa Abanca sean hoy una realidad. Este certamen, que celebra su primera edición, premia a los mejores docentes del país. Las candidaturas las presentan los alumnos, compañeros o bien familiares si se trata de Educación Infantil y Primaria. Un grupo de profesionales del ámbito de la educación se encargan de analizar las propuestas para conocer a los ganadores valorando el uso de las redes sociales, la formación, las innovaciones o la transmisión de valores. Seis de los premiados que ejercen en la Universidade da Coruña (UDC) reflexionan sobre su profesión en este inicio de curso.

E¿Qué es ser un buen docente universitario? Arufe, creador del certamen, considera que un buen profesor debe "tener un gran conocimiento actualizado" y, a su vez, saber "transmitirlo" a los pupilos. Poder crear un clima cálido también es importante así como "dotar al alumnado del máximo número de instrumentos posibles para afrontar su día a día y su futuro laboral". Para Alejandro Quintela del Río, lo que hace que un profesor sea bueno es que su manera de enseñar sea "la más asequible, rápida, cómoda y sencilla". Para elaborar la definición, Óscar Pedrós prefiere pensar más allá de las clases y cree que hay que saber "gestionar por igual los deseos utópicos de sus estudiantes y la realidad que les espera fuera de la facultad". La "gestión del conocimiento" es determinante para Thais Pousada. "El profesor debe realizar una larga lista de tareas e implicarse. Esto se une a a la manifestación de aptitudes de tesón, responsabilidad, empatía y mentalidad abierta". Luis María Hervella centra su docencia en "el respeto". "Hay que preparar las clases con cuidado, crear un ambiente agradable y distendido, hacerles preguntas, forzarlos a participar y estar pendiente de nuevas aportaciones", enumera. Elvira Cobas no cree que "haya buenos o malos docentes" sino que cada uno "desempeña un papel significativo en la vida de cada estudiante".

E¿Qué es capaz de conseguir un buen docente de sus alumnos? "Implicación y motivación". Pousada lo tiene claro, y es que cuando los alumnos "demuestran entusiasmo, el conocimiento y aprendizaje vienen de la mano". Se propone transformar las mentes de sus pupilos para que sean "cabezas pensantes" y no actúen solo como esponjas. Hay otros profesores que, a la hora de responder esta pregunta, se van por el camino de la pasión. "Uno de los grandes retos es hacer que el alumnado ame sus estudios", informa Arufe, quien ve una buena señal que los jóvenes "busquen más información" sobre la materia que conocen en clase. Algo parecido piensa Hervella, para el que es esencial que "se aprecie la materia" porque así será más fácil "entenderla y poder aplicarla en el futuro". En cada lección, pretende que quienes le escuchan "se hagan preguntas y no se conformen con la primera respuesta". Quintela considera que hay que ser capaz de hacer "que les resulte interesante", lo que conllevaría una mayor participación en las aulas. Para Elvira Cobas, el objetivo es que sus pupilos vean "que no hay más techo que el que no estén dispuestos a romper". Pedrós entiende que existe una barrera "impermeable al respeto" entre profesor y alumno pero que estos tienen que saber que es "porosa a sus miedos y limitaciones".

E¿Cuáles son los principales problemas a los que se tiene que enfrentar un profesor de la UDC hoy en día? Quintela del Río explica que en el camino hay muchos obstáculos para "llegar a ser estable" ya que hay que superar "filtros cada día más exigentes". Con esto se refiere a que el Ministerio de Educación "ha ido endureciendo año a año los mínimos necesarios" para ser funcionario o ascender a catedrático. Exactamente lo mismo piensa Pedrós, quien considera que esos "requisitos para hacerse un hueco en la carrera académica se han endurecido sobremanera". Thais, profesora en la Facultad de Ciencias de la Salud, lo define como "una carrera de fondo que exige mucha perseverancia y trabajo constante". "La propia institución no lo pone fácil", lamenta y explica que otro de los problemas es "la dotación y gestión de fondos económicos". En esto coincide Víctor Arufe, para el que el gran obstáculo es "la falta de recursos en las universidades públicas; ya sean materiales, económicos, humanos o de infraestructuras". A Cobas lo que le falta es "tiempo". Esta enfermera opina que es "imposible mantener los estándares de excelencia" debido a las duras "cargas de trabajo". Recuerda que los profesores invierten "horas en estudio e indagación para poder estar a la vanguardia de los grandes cambios". A Hervella le pasa lo mismo: "Cualquier profesor tiene que dividir en exceso su tiempo entre docencia, investigación y gestión universitaria".

E¿Cómo debe ser la relación entre docencia e investigación? "Fluida", responde Luis Hervella. "El profesor debe actualizar constantemente sus conocimientos mediante la investigación para poder dominar correctamente las materias que imparte", dice. Eso sobre la teoría, ya que a la hora de la práctica algunos consideran que falta tiempo para poder llevar a cabo esos estudios. "Es un pilar fundamental de nuestro trabajo pero solo será posible cuando se nos libere de carga docente y se facilite personal de apoyo a la investigación", reclama Elvira Cobas. También Thais Pousada manifiesta que se les exige demasiado: "No podemos dedicarnos adecuadamente a estos quehaceres, aunque queramos". El arquitecto Pedrós explica que la "compresión de horas de docencia en los Planes de Estudios nuevos no permiten que el docente pueda volcar los resultados de sus investigaciones en el alumnado". Arufe la califica como una relación "de amor-odio" en la que no se debe "inclinar la balanza solo hacia la investigación" mientras que Quintela aporta que este aspecto debería ser "más intenso" en Posgrado o Doctorado.

E¿Cuál es la principal virtud de la UDC? Cobas y Pedrós coinciden en que "la libertad" es característica en esta Universidad. "Nunca he percibido enseñanza politizada", apunta el profesor de Arquitectura. Elvira siente que nunca le han limitado a la hora de "expresar, compartir y manifestar". Para Thais, profesora en el Grado de Terapia Ocupacional, uno de los aspectos más importantes es "la juventud" de la USC. "Eso hace que sus recursos humanos sean jóvenes y apuesta por nuevos proyectos", señala. Hervella admite que se trata de un organismo que "cuida mucho a su personal docente e investigador". En el aspecto económico repara Quintela, quien asegura que la UDC tiene "una economía saneada". Arufe, por su parte, se centra en la Facultad de Ciencias de la Educación y valora la "buena praxis del decano, Manuel Peralbo".

E¿Cuál es el principal problema de la UDC? "La baja financiación que tiene nuestra institución", confiesa Hervella, que imparte clases en la Facultad de Informática. Y no es el único que piensa que el factor económico es el más negativo en el ámbito universitario. Esto también preocupa a Víctor Arufe, quien propone que "la administración debe invertir en más ayudas a la universidad pública". "Sostenibilidad" es la respuesta de Elvira que añade que eso provoca una "limitación de recursos". Pousada completa esta contestación al considerar que uno de los obstáculos más difíciles de superar es "la reducción de fondos económicos" ya que condiciona "la disminución de resultados de calidad en el ámbito universitario". Quintela y Pedrós focalizan el problema en las infraestructuras. Según el primero, "las facultades están en sitios muy dispares, los edificios son pequeños y el acceso en autobús es malo". Algo similar aporta el arquitecto, que manifiesta que existe una importante "discontinuidad física entre los campus y entre estos y la ciudad".

E¿Existe relación entre la UDC y la sociedad-ciudad? Pousada ha percibido "en los dos últimos años" un cambio en esta relación ya que "la UDC ha pasado de estar al margen a crear grupos de trabajo". A esto se refiere Hervella, quien agradece que "cada vez haya más cátedras", como la creada esta semana con Emalcsa para realizar investigaciones sobre el agua. "Creo que la UDC fortalece día a día sus relaciones con la sociedad y con la ciudad", agrega. Pedrós también defiende esa fuerte relación. "A pesar de su juventud, está presente en un arco territorial muy amplio", opina. Para Elvira Cobas, aún hay margen de mejora por lo que habría que "buscar un mayor impacto y transformación social en el área de influencia de la universidad". Quintela crítica que se haya tardado tanto en crear el proyecto de una residencia universitaria mientras que Arufe considera importante "tener un pie dentro del aula y otro en la sociedad".