La resolución favorable sobre el impacto ambiental del dragado de la ría de O Burgo publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado dragado de la ría de O BurgoBoletín Oficial del Estado provoca más incertidumbre que optimismo en los ayuntamientos afectados y en los mariscadores que faenan en el estuario coruñés. A la falta de concreción sobre la licitación del proyecto, el presupuesto y los plazos de ejecución, a los que no alude el dictamen de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, se suman las dudas respecto a la continuidad de la actividad marisquera mientras duren las actuaciones, las indemnizaciones al sector por los periodos en los que no puedan faenar a consecuencia de los trabajos y la nula disposición a crear una Comisión de Seguimiento una vez finalizado el dragado como aspectos que más preocupan a los sectores y las administraciones municipales.

El marisqueo recibe "con esperanzas" pero con "precaución" la Declaración de Impacto Ambiental de la limpieza de la ría, un requisito que cubre una fase más de un proceso general que acumula "demasiado retraso". "Se ha dado un paso firme, pero lento. La resolución tiene aspectos ambiguos que nos gustaría que se nos aclarasen, como el tiempo que durará el dragado, que se amplía a 23 meses, cómo se hará la retirada de las crías de bivalvos en la ría o qué compensaciones tendremos los que trabajamos allí", señala el portavoz de la Agrupación de Mariscadores de a Pie, Manuel Baldomir.

Ante estas incertidumbres, los mariscadores reclaman que a partir de ahora las administraciones implicadas en la financiación de los trabajos "agilicen" los procesos previos. "Aún habrá que introducir las alegaciones estimadas, licitar la obra, definir el presupuesto, que por ahora es escaso, y planificar todo el trabajo", añade Baldomir, quien calcula que hasta el año 2019 no entrarán las máquinas en el estuario coruñés porque la retirada de moluscos de los fondos no se prevé hasta los meses finales del próximo año.

Los juicios institucionales apuntan a las dudas por la ejecución de las obras y tienden a reclamar celeridad a las administraciones en las distintas fases del proceso. La valoración más crítica es la de A Coruña. La concejal de Medio Ambiente, María García, calificó ayer de "decepcionante" el dictamen del Ministerio, al que reprochó la tardanza de más de un año en emitir la resolución y elaborar el proyecto, la falta de diálogo con la ministra Isabel García Tejerina por no responder a las peticiones de entrevista hechas por la Mesa de la Ría y la desestimación de las demandas presentadas por el Concello.

"No se recoge la creación de una comisión que puede ejercer un seguimiento continuo del proyecto ni se da respuesta a la propuesta de aprovechar el plan del dragado para acometer la restauración ecológica de la zona, ya que la ría es un espacio natural de extrema importancia para la comarca y el pulmón verde del área metropolitana", se queja García.

Como los mariscadores, el Ayuntamiento no oculta inquietud por las consecuencias de la obra en la actividad en O Burgo durante y después de las distintas actuaciones que se lleven a cabo: "Los trabajadores, a día de hoy, no saben si tendrán que dejar de mariscar durante las amplias fases del proceso. Desde el Concello entendemos que es absolutamente incompatible que de forma simultánea haya actividad de marisqueo y se haga el dragado. El sector, parte implicada directamente, se pregunta cómo y cuándo podrá trabajar y, si en el caso de tener que hacer paros, tendrá compensaciones", añade la concejal.

El alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, echa también en falta la Comisión de Seguimiento de la ejecución de las obras, cuya constitución atribuye el documento ambiental a la competencia de "las administraciones implicadas", y augura que los 23 meses previstos de trabajo "afectarán el uso del paseo de O Burgo, pero en general se muestra satisfecho con la resolución ambiental por haber atendido gran parte de las alegaciones del Concello.

"Se regenerará la laguna de Fonteculler, se eliminarán los lodos y se la dotará de una capa de arena gruesa que permitirá el uso lúdico deportivo que planea el Ayuntamiento. También atiende la petición de mantener la planta Zostera Noltii, propia de la ría, y las zonas de anidamiento de aves, así como la dotación de elementos como mobiliario urbano y riego en el paseo de O Burgo", repasa Sacristán.

El alcalde de Cambre, Óscar García Patiño, exigió agilidad en los próximos trámites burocráticos: "Hay que contratar las obras lo antes posible y que las máquinas entren en la ría, que es lo que nos interesa a la comarca y a los vecinos. El Estado debe evitar utilizar el dragado como baza electoral. Si hay más retraso, los daños para el sector marisquero y el medio ambiente podrían ser irreparables.

En Oleiros surge la desconfianza. Su alcalde, Ángel García Seoane, evitó profundizar en aspectos técnicos recogidos en el documento para vincular el retraso previsto de las obras a intereses electorales: "Todos los proyectos pensados hace cuatro años pasan ahora al año 2019, año de elecciones, qué casualidad. Esto me parece un insulto. Ahora habrá que exponer si estamos de acuerdo o no, luego reformar el proyecto... A mí solo me vale cuando se anuncian las obras en el Boletín Oficial del Estado, el resto es electoralismo".