La lectura de la tesis doctoral del exalcalde Francisco Vázquez, titulada La Carta Social Europea y la Inspección de Trabajo, animó ayer el vestíbulo de la Facultad de Derecho de la Universidade da Coruña. El exregidor, ataviado con traje de raya diplomática, corbata y pañuelo blanco en la solapa, sonrió ante las cámaras. Al acto, además de su familia, acudieron amigos y personajes públicos como el expresidente de la Xunta Fernando González Laxe; el exalcalde de Lugo José López Orozco, los exediles socialistas de A Coruña Carlos González-Garcés, José Nogueira y Eduardo Blanco; el presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña, Antonio Fontenla; el exalcalde José Manuel Liaño Flores; el exrector de la Universidade da Coruña José Luis Meilán Gil; y el presidente de la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, Ángel Judel.

Vázquez avanzó antes de exponer su tesis ante el tribunal que, de esta forma, cierra "el ciclo académico con el máximo nivel", rindiéndole un "homenaje" a Inspección de Trabajo -formó parte de la institución tras aprobar las oposiciones en 1974- y a Europa. En su declaración demandó a España que aplique "la versión renovada" de la Carta Social Europea. "Es un tratado ratificado por todos los países europeos y que los sucesivos gobiernos españoles de todos los colores políticos se han negado a hacer", subrayó, al tiempo que apuntó a que con ello impiden que los sindicatos "tengan competencia para acudir a las autoridades sociales europeas cuando se infrinjan las políticas sociales". En su argumentación académica también comparó las políticas sociales en España relacionadas con menores, seguridad e higiene en el trabajo, así como los derechos de la mujer trabajadora, con Portugal y Francia.

"Es una tesis doctoral novísima porque las referencias de fuentes que tomo son las resoluciones del comité social europeo de 2015, 2014, 2013... Es una fuerte denuncia hacia los últimos gobiernos españoles que no han ratificado la Carta Social Europea revisada, limitando y cercenando el derecho a las organizaciones sindicales españolas a poder ser parte ante el Consejo Europeo de Derechos Sociales", sentenció. Durante la lectura aludió a su mujer, sentada en primera fila, cuando recordó el año en el que se licenció en Derecho en Santiago. "Era un joven licenciado y con novia y mi objetivo vital era conseguir un trabajo para ganarme la vida y poder casarme. Después de 44 años sigo casado con ella", contó. El exregidor también se refirió a su paso por la política, una etapa que le hizo "muy feliz". Aunque está desvinculado de ella, analizó antes de sentarse ante el tribunal el conflicto de Cataluña. "Hay que mostrar apoyo incondicional a las medidas que pueda adoptar el Gobierno de España para hacer frente a este golpe de Estado", aseveró, al tiempo que recalcó: "Es un reflejo de la vertiente totalitaria y fascista que han tenido siempre estos grupos nacionalistas".