El alcalde, Xulio Ferreiro, defendió ayer la bonificación aplicada por el Concello en el tipo general del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las empresas pesqueras del puerto, tras la admisión por el Tribunal Supremo de un recurso presentado por el concesionario de Los Cantones Village, Sociedad de Fomento y Desarrollo Turístico. El tribunal rechazó que el incremento aprobado en 2016 para este impuesto a las empresas situadas en los muelles sea irregular, como argumentaba la empresa, pero estudiará si reducírselo a las compañías del sector pesquero puede vulnerar la libre competencia.

"Nos acogimos a una posibilidad legal que permite la Ley para apoyar una industria importante en la ciudad", explicó Ferreiro en una entrevista en Radio Coruña, en la que estimó que en caso de que esa bonificación sea ilegal "será la ley la que incumpla la directiva europea, no el Concello". La Ley Reguladora de las Haciendas Locales establece que los ayuntamientos podrán reducir hasta el 95% la cuota íntegra del IBI a inmuebles que acojan actividades económicas de especial interés o utilidad municipal por causas sociales, culturales, histórico-artísticas o de fomento del empleo.

Pero el Supremo no descarta que esa bonificación pueda considerarse una ayuda de Estado no permitida que dejaría a los beneficiarios "en una situación financiera más favorables que la de los demás contribuyentes", por lo que admite el recurso de la gestora del centro Los Cantones Village solo para analizar este aspecto. El Concello aprobó una subida hasta el 1,3% del tipo general del IBI para las empresas situadas en el puerto, aunque redujo la cuota a la mitad a las que se dediquen al sector pesquero ante la repercusión que tiene su actividad en el empleo de la ciudad.

Terrenos portuarios

Ferreiro también se pronunció ayer sobre la reunión que mantendrá el próximo día 24 con el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, para abordar el futuro de los muelles que queden liberados. "Espero que alcancemos un principio de acuerdo que permita lanzar la reordenación del borde literal", declaró el alcalde, quien expresó su deseo de que Llorca entienda que hay que "trazar una hoja de ruta con horizonte temporal" para esta iniciativa, así como incluir en las negociaciones a otras administraciones como la Xunta.