Automóviles aparcados en zonas de motos, conductores que aprovechan los rebajes de las esquinas de las aceras para subirse a ellas y dejar su coche durmiendo hasta el día siguiente, furgonetas o ambulancias que no son capaces de girar una calle porque alguien apuró la zona de aparcamiento y el clásico de los clásicos, coches en las paradas de buses. Todos, cazados. Cada vez son más los vecinos que, cabreados con el territorio comanche que se vive a veces en la ciudad, sacan fotos a infractores y las suben a redes sociales. Hasta hay cuentas especializadas y otros denuncian las malas prácticas en los muros del alcalde y el Concello.