La Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local de 2013, más conocida como ley Montoro, impone límites a los ayuntamientos a la hora de contratar personal, impedimentos vinculados a aspectos como la estabilidad económica y la eficiencia de la gestión. Estas restricciones provocan que determinados servicios se enfrenten a complicaciones para organizar a sus trabajadores y ofrecer las prestaciones de calidad que de ellos se espera cuando las plantillas sufren bajas. Un grupo de estos servicios que se ve afectado en la ciudad es el que se da en la estación de autobuses, donde desde este verano se han cerrado algunos departamentos.

El Concello admite que, debido a la ley Montoro, no está capacitado para hacer frente a la cobertura de personal en la estación, al no corresponderse esos puestos como "servicios municipales esenciales". En los últimos años se jubilaron seis trabajadores de la instalación de la calle Caballeros y se produjeron tres bajas de larga duración. "Con el personal restante no fue posible cubrir turnos, por lo que se optó por la medida que causase menos trastornos a los usuarios", responde el Gobierno local a una pregunta del grupo municipal del PP por el cierre de servicios en la estación de autobuses.

La atención al pasajero, la consigna, la megafonía y el panel informativo de salidas y llegadas dejaron de prestarse en junio, julio, agosto y septiembre en horario de tarde, según recogen los populares en su consulta. El Ejecutivo de Marea explica que la interrupción de estos servicios se programó para evitar perjuicios a los usuarios y se anunció con antelación, por lo que "no se produjo un perjuicio significativo" para los usuarios y "no aumentaron" las reclamaciones.

"Desde comienzos del verano hubo reuniones con el servicio de personal para buscar soluciones a la cobertura de puestos de trabajo", añade el Gobierno local, sin explicar qué gestiones se acordaron ni qué soluciones se alcanzaron. El concejal de Mobilidade, Daniel Díaz, participó en esos encuentros junto con los servicios de Personal.

Cuando en junio pasado la estación de autobuses dejó de funcionar a pleno rendimiento, el Concello achacó la problemática a las leyes estatales que limitan la contratación y aseguró que estaba buscando una solución. La interrupción de servicios comenzó a mediados de junio y se prolongó por lo menos hasta la mitad de septiembre. Los empleados con bajas de larga duración acumulan meses sin poder trabajar en el recinto.

Para paliar en cierta medida la limitación de servicios, el Ayuntamiento licitó a finales del mes pasado la contratación por dos años del suministro, instalación, puesta en marcha y mantenimiento durante el plazo de garantía de un sistema integral de 48 consignas electrónicas en la estación de autobuses. Este sistema constará de las consignas, los módulos de pago conectados a ellas, un concentrador de datos y control y el software de gestión.