El Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha abierto una investigación sobre los presuntos malos tratos a los que sometió el acusado de matar a su suegra en Monte Alto a su pareja durante los cuatro años que duró su relación. El juez indica en el auto que hay indicios de que el procesado, que permanece privado de libertad desde que presuntamente mató a su suegra y raptó a su hija de 21 meses, el pasado mes de agosto, haya cometido "delitos de violencia doméstica y de género o lesiones en el ámbito familiar".

J. M. M. C., de 43 años, escribió decenas de correos electrónicos a su ex compañera sentimental y a la fallecida amenazándola de muerte el día de los hechos. Su exnovia no los vio hasta después de encontrarse de madrugada el cadáver de su madre, de 73 años, en el suelo del piso en el que ambas vivían en la calle Gerión, en Monte Alto. El procesado, al que tenía bloqueado en WhatsApp y Facebook, comenzó a acosarla a las 15.37 horas de ese día, el pasado 20 de agosto. Ambos habían convivido durante cuatro años, hasta que en junio de 2017 decidió dejarlo y mudarse con su madre.

El Juzgado de Violencia abrió diligencias tras escuchar las declaraciones de la mujer después del crimen, pues no constaban denuncias previas. La ex compañera sentimental del imputado testificó que durante el tiempo que duró la convivencia la agredía "frecuentemente" y que en ocasiones los vecinos alertaron a la policía por los gritos. La denunciante incluso conserva partes médicos y fotografías de algunas de las lesiones que presuntamente le causó el acusado de matar a su suegra. Al acudir a los centros médicos e incluso ante los agentes, la víctima exculpaba a su pareja, por lo que el caso nunca llegó a derivarse al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de A Coruña.

La unidad investiga ahora los hechos. La mujer sostiene que su exnovio le pegaba habitualmente y que la cogió del cuello "en varias ocasiones". En su declaración especificó que en un parte médico que guardó por si decidía denunciarlo constan las marcas que le hizo en el cuello. Además, informó al juez de que guarda en su móvil una fotografía de la lesión que sufrió en la cara tras recibir un bofetón y de un mordisco que su entonces pareja le propinó en una mano. La denunciante sostuvo que una amiga es testigo de las heridas que le causó en un brazo dándole puñetazos. En más de una ocasión la policía se presentó en el domicilio que compartían alertada por los vecinos, pero la mujer reconoció que no contaba la verdad sobre los malos tratos a los que la sometía su novio.

El detenido, según su expareja, se había "obsesionado" con su suegra, a la que acusaba de "malmeter en la relación" con el fin de que terminase para que su hija se fuese a vivir con ella porque estaba "sola". Además, aseguraba que era "la causante de todos sus problemas", por lo que la amenazó de muerte en varias ocasiones, al igual que a su exnovia. En los primeros correos electrónicos que envió el día del crimen, el sospechoso, que unos días antes le había comentado que estaba vinculado a la secta Hermanos Satánicos, escribió: "Mis hermanos me dicen que sacrifique y mate a tu madre para que pague por todo lo que ha hecho". Unos cuarenta y cinco minutos antes, sobre las 14.30 horas, le había enviado una fotografía "de lo que parecía un lagarto destripado". Ese día de madrugada, al volver de trabajar, se encontró con el cadáver de su madre en el suelo de su casa.