La Corporación municipal ha aprobado de forma inicial esta mañana la totalidad de las modificaciones en las ordenanzas fiscales para 2018, pactadas en las últimas semanas por el Gobierno de Marea con el grupo socialista, con las que el Ejecutivo podrá elaborar el próximo presupuesto.

Diez de los 14 cambios propuestos fueron respaldados por unanimidad. El PP se opuso a las variaciones en la ordenanza que fija la tasa de depuración de aguas residuales, por la que sube a 0,50 euros la cuota fija del recibo del agua para consumidores particulares y empresas, y en la del IBI, que mantiene el tipo general en el 0,6% y aportará como novedad bonificaciones a las actividades náuticas y al recinto ferial de Palexco, y en la que el BNG se abstuvo.

Otras modificaciones afectan, entre otros aspectos, a los traspasos de titularidad de actividades en establecimientos, que no abonarán tasas, a la rebaja del 10% en el coeficiente que les corresponde pagar por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) a empresas situadas en zonas alejadas del centro y a las deudas tributarias con el Ayuntamiento, para las que los ciudadanos podrán ampliar los plazos de pago y reducir las cuotas mensuales.

La edil de Facenda, Eugenia Vieito, subrayó que las medidas aligeran la carga fiscal de los coruñeses. El BNG censuró al Gobierno local que no se dirigiese a los nacionalistas para recoger sus propuestas a las ordenanzas y solo las negociase con el PSOE, mientras que los socialistas justificaron su diálogo con Marea porque es "beneficioso para la ciudad" y reprocharon al PP, que le recriminió que cambiase de postura al no pedir la rebaja general del IBI, que defienda intereses "partidistas" antes que los de los vecinos.