Las previsiones económicas presentadas por el Instituto Feiral da Coruña (Ifeco), el organismo que gestiona Expocoruña, para que sean incluidas en los presupuestos de la Xunta establecen que el próximo año volverá a generar pérdidas similares a las de los últimos ejercicios. La amortización de la deuda contraída por la construcción del edificio es la razón por la que la entidad no consigue beneficios desde que inició su actividad en el año 2008.

Si para este año la estimación es cerrar las cuentas con 840.000 euros de pérdidas, cantidad que casi coincide con los 842.000 euros que se destinarán a amortizaciones, para 2018 los cálculos son prácticamente iguales, ya que se prevé un resultado negativo de 841.000 euros a causa de los 842.000 que deben dirigirse a amortizar la deuda.

Expocoruña proyecta acoger en sus instalaciones 18 acontecimientos a lo largo del próximo año y alquilarlas en una ocasión. Por las ferias y actos propios y externos estima que ingresará 90.000 euros, mientras que por alquileres obtendrá 295.000 euros. Pero, frente a los 385.000 euros que generará por su actividad, tendrá que hacer frente a unos gastos de personal de 144.510 euros -pese a tener solo tres empleados- y a unos costes de 145.489 euros por los servicios exteriores que solicite.

Las previsiones para los próximos años no reflejan avances significativos, ya que Expocoruña solo espera albergar una feria más en 2019 y dos más al año siguiente, en el que sus ingresos llegarían a 424.000 euros si se cumplen sus objetivos. Si en el momento de su inauguración el recinto ferial coruñés se enfrentaba a la dura competencia que supone la abundancia de instalaciones de este tipo en Galicia, con el inicio de la crisis económica las dificultades para atraer actividades se incrementaron.

Esta situación llevó al Concello, que forma parte del patronato de Ifeco, a reclamar a finales de 2016 la elaboración de un plan de viabilidad de Expocoruña, que fue presentado en febrero. Como parte de su nueva estrategia, opta ahora por volver a organizar acontecimientos propios, aunque con "mucha prudencia", según figura en el plan, por la incertidumbre sobre la recaudación que obtenga con ellos.

También se propone conseguir un "punto de equilibrio" entre los ingresos generados por las actividades externas que se desarrollen en el recinto y los costes necesarios para su funcionamiento, que a juicio de los responsables de Expocoruña se logrará cuando esos gastos representen un 30% sobre unos ingresos de 400.000 euros.