La Corporación municipal aprobó ayer de forma inicial los cambios en las ordenanzas fiscales y de recaudación para 2018 negociadas desde septiembre por el Gobierno de Marea y el PSOE. Diez de las catorce modificaciones recibieron luz verde por unanimidad. El PP, que criticó el cambio de postura de los socialistas al aparcar la demanda de una rebaja en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que defendieron los dos ejercicios anteriores, se opuso en las votaciones de este punto y de la tasa de depuración de aguas residuales y se abstuvo en el tributo por la prestación de servicios en museos e instalaciones culturales. El BNG se abstuvo sobre el IBI y en los cambios fiscales sobre la recogida y tratamiento de basura.

La aprobación inicial de las ordenanzas que regulan los impuestos municipales, que ahora se expondrán públicamente antes de ser ratificadas definitivamente de nuevo en pleno, allana el camino para que el presupuesto del próximo año pueda ser aprobado en los dos próximos meses y entre en vigor el 1 de enero de 2018. En una comparecencia posterior al pleno, el alcalde, Xulio Ferreiro, se felicitó por el "espíritu de cooperación" del PSOE y expresó el deseo de que la línea de entendimiento prosiga para que también se puedan aprobar las cuentas en tiempo y forma.

Las ordenanzas que suscitaron más diferencias fueron la del IBI y la de saneamiento. Con los cambios, el tributo sobre bienes inmuebles bonifica el 50% en el puerto a parques y recintos feriales, como Palexco, y a las actividades náuticas deportivas. Los populares, que presentaron una enmienda que fue rechazada, reclamaron una rebaja del 10% del tipo general, del 0,6% al 0,54%, y solicitaron una reducción para las empresas del puerto "a como estaba la tasa en 2015", la mitad que ahora. La portavoz del BNG, Avia Veira, cuestionó los descuentos " ad hoc" para Palexco y la náutica deportiva.

La edil de Facenda, Eugenia Vieito, replicó al PP negando que el Gobierno local haya subido el IBI y resaltó que lo ha bajado "lo máximo posible" para personas con dificultades económicas "aplicando las bonificaciones que permite la ley".

El portavoz socialista, José Manuel García, justificó haber pactado los cambios en el IBI con Marea tras pedir en los dos años anteriores que redujese la tasa sobre el tipo general: "Entendimos las razones. Cambiamos aquella exigencia por una batería de propuestas". "Cambiar de posición es lo más inteligente y útil para los vecinos si las circunstancias varían", respondió al PP, al que reprochó defender "intereses partidistas".

El grupo popular también se opuso al aumento de 50 céntimos al mes para todos los consumos en la tasa de depuración de aguas residuales, una subida aprobada el año pasado en el consejo de administración de la EDAR de Bens, con el voto a favor también de los representantes populares, y que el Concello repercute en los usuarios. El tributo se incrementa además de 0,28 a 0,35 euros por metro cúbico a las empresas, pero están exentos los perceptores de la Renta de Integración Social de Galicia (Risga) y se aplican reducciones para los consumidores con menos recursos.

Los cambios en las ordenanzas aprobadas supondrán, entre otras ventajas, que empresas alejadas del centro urbano tengan una rebaja del 10% en el coeficiente que deben abonar por el Impuesto de Actividades Económicas. La tasa por la inmovilización y retirada de vehículos no se aplicará a sus propietarios si la actuación de la grúa deriva de una orden judicial y si existe denuncia previa de robo. La tasa de la basura aplicará coeficientes reductores sobre la tarifa destinada a hogares en situación de precariedad, como en los que se percibe la Risga. Y en las ordenanzas de recaudación se aplicarán medidas que permitirán a los vecinos con deudas con el Concello ampliar los plazos de pago, reducir las cuotas mensuales y elevar de 3.000 a 30.000 euros el importe de la deuda a partir del cual los morosos debe aportar una garantía de pago.